28 noviembre, 2005

Euromediterráneo

Estos días se celebra en Barcelona la reunión B+10 conmemorativa y continuadora de los 10 años de la Conferencia Euromediterránea. En 1995 se produjo un encuentro que ha resultado ser el punto de partida de un nuevo esquema de relaciones entre Europa y los países de la orilla sur del Mediterráneo. Desde entonces, con altibajos, y seguramente sin el empuje que hubiéramos querido se ha hecho un camino que es preciso valorar pese a sus insuficiencias y la manifiesta insatisfacción.

Dice Paul Balta:

Mediterraneísta y mediterraneísmo: dos neologísmos. Los hemos acuñado, al igual que africanista y americanista, con la esperanza que acaben siendo aceptados. Mientras tanto, su ausencia en los diccionarios revela una situación paradójica: el Mediterráneo ocupa un lugar inmenso en la historia, en la literatura y la consciencia colectiva, pero el mediterraneísmo como proyecto político y unificador es bastante reciente.”

De entre los muchos documentos elaborados, discutidos y aprobados en estos años está la "Carta de la comunidad de los pueblos del Mediterráneo”. Extraigo de ella lo siguiente:

IV. Por un futuro mediterráneo
.....
Conscientes de que el comercio, la cultura y la política siempre han estado unidos en esta cuenca, los mediterráneos – hombres y mujeres, simples ciudadanos y dirigentes – que aprueban esta Carta se comprometen a:

1. Hacerse cargo ellos mismos de su destino.
....
8. Hacer incapié en lo que tienen de común las múltiples culturas mediterráneas, y no en la diferencia, particularmente el lugar de la persona y el arte de vivir, enfrentándose al ascenso de los nacionalismos chovinistas, la xenofobia y los fanatismos, sin olvidar que el Mediterráneo ha sido siempre un mar de mestizajes.
....
11. Procurar que se restablezcan o consoliden los valores que han nacido y madurado en las orillas del Mediterráneo: la ética preconizada por las religiones y el laicismo; la democracia, condición para el desarrollo; el humanismo fundador de los Derechos Humanos; el diálogo, que implica respetar al otro; la libertad de pemsamiento que engendra modernidad.
....

Para concluir, un apunte hiriente: En 1995 la producción de libros publicados en la cuenca mediterránea fue de 150.000 títulos, de los cuales el 75% lo fueron en el arco latino (España, Francia, Italia), mientras que sólo el 1,5% lo fue en los países del Magreb. Y desde entonces la distancia se ha hecho mayor.

Libro recomendado: Paul BALTA, “El Euromediterráneo”. Ed. del Oriente y del Mediterráneo. M-2005.
Canción recomendada: ¡Cómo, no! “Mediterráneo” de J.M. Serrat.
Madrid, 28 de noviembre.

25 noviembre, 2005

Madrid. Jóvenes y política.


Antonio Luis Hernández me explicó que había un grupo de gente joven del Partido en Madrid (de la vieja F.S.M. ahora son P.S.M.) ligados principalmente al mundo municipal, concejales/las, técnicos, que hacían de vez en cuando una cena a la que invitaban a algún personaje que les explicase cosas. Querían hablar de municipalisme y creyó conveniente proponerles mi nombre. Yo, que no lo dudo, y hacia Pozuelo de Alarcón.

Ocuparon en exclusiva un pequeño bar-restaurante. Eramos unos veinte, más chicas que chicos, y a mí me colocaron estratégicamente bajo una camiseta dedicada de Raúl. ( Josep, mi hijo, culé empedernido, no me lo perdonará nunca). Eran, chicos y chicas muy jóvenes, de la edad de mis hijos. ¡Vaya! dispuesto, como “el abuelo cebolleta” a explicar batallitas.

Hablamos de temas de Ayuntamientos, pero como que de fondo lo que había era, ¡Como no!, el Estatuto, empecé explicando la formación del P.S.C., y sus especiales relaciones con el P.S.O.E., con una pequeña excursión parecida por la F.M.C. y la F.E.M.P. Les dije que la situación del mundo local en el año 79 (del siglo pasado) obligó a hacer un trabajo que diferencia los electos de antes de los de ahora. Entonces nos tuvimos que remangar, partir de bajo cero y construirlo todo de nuevo. Que ahora las cuestiones básicas ya están resueltas y que la tarea es de otra clase. Les expliqué muchas anécdotas vividas, que creo que es un buen ejercicio pedagógico.

Pero como he dicho antes el tema en el que estaban más interesados era el Estatuto. Que, ¿Cómo era que se había iniciado el proceso? ¿Por qué había salido el texto que estaba sobre la mesa? ¿Cómo era que el P.S.C. lo había avalado? ¿Qué creía que pasaría al Congreso? ¿Cómo veía la posición de los socialistas españoles con el tema?

Ya es conocido que no soy demasiado partidario de todo esto, pero creí conveniente intentar hacer comprender a aquellos jóvenes madrileños qué había pasado. Desde el ambiente nacionalista que se vive en Cataluña, recordando los veintitrés años de Gobierno de Pujol, pasando por la correlación de fuerzas en el Parlamento; la sensación de luchar continuamente contra las resistencias centralistas; las dificultades de tener que asumir inevitablemente el “café para todos”; las diferencias culturales, básicamente lingüísticas; la integración de la vieja y de la nueva inmigración; el sentimiento de injusticia fiscal (autopistas, por ej.) y la voluntad de modernización de la administración pública. De la visión que se tiene d’España desde la periferia. Y, evidentemente, la situación marginal a la que están condenados los Ayuntamientos.

Intenté, no hace falta decir que sin éxito, exponer mi visión de cuál debería ser el papel de la Administración de los Estados en el mundo de hoy, que no tiene nada a ver con su presencia en el territorio como piensan los que yo creo que son antiguos, pero que tampoco aceptarían los nacionalistas puesto que los consagraría como políticos y administradores de segunda. Más Bruselas, y menos Barcelona, Sevilla o La Coruña. Les tranquilicé, atrevidamente, sobre el final del proceso del Estatuto, puesto que ellos, lógicamente no están tanto preocupados, que también, por la reforma concreta sino como quedará el socialismo español después de esta aventura. Y constaté, una vez más, como se ha ido a pique la imagen que Maragall tenía en las Españas. No entienden como ha podido hacer lo que ha hecho, no se lo esperaban. Ahora lo ven más nacionalista que socialista, más antiguo que moderno, y esto les duele mucho, especialmente a los jóvenes.

¡Ah! ¡Cuánta necesidad de pedagogía y paciencia hace falta para que todos comprendan mejor los procesos que han conducido a las situaciones actuales y a los deseos y aspiraciones de unos y de otros! De cómo democráticamente se pueden resolver visiones diferentes y o/antagónicas, y no sólo en el campo del imaginario social colectivo, sino también en todos los campos de la vida.

Bien, como que a mí me gusta hacer de maestrillo, y estar a disposición de la gente, salí contento del encuentro. No puedo hablar de lo que nos dieron de comer puesto que no pude estar pendiente del plato, aunque recuerdo gratamente un huevo frito con setas y un mejillón “relleno” que estaban muy buenos.

Mataró, 25 de noviembre.

Poligamia


Los diarios han traído que algunos políticos franceses creen que una de las posibles causas de los disturbios de las “banlieues” de París y de otras ciudades del país vecino es la existencia de poligamia. Creo que es evidente que el estallido de violencia espontánea, gratuita e incontrolada de juventud de estos barrios marginados viene provocada por la desvertebración familiar, la falta de perspectivas sociales y económicas de sus protagonistas, el sentimiento de ser rechazados (la famosa escoria que los tildó el Ministro del Orden), el no saber de dónde vienen, dónde están y hacia dónde pueden ir.

Por lo tanto, entre muchas causas y seguramente sin ser la más importante, la poligamia existente en este entorno es un elemento a considerar. Pero, ¿Porqué hay poligamia en la adelantada patria de los derechos humanos? La poligamia es una institución social (y económica) de determinadas estructuras colectivas arcaicas, básicamente agrarias. ¿Cómo es que se puede considerar su existencia en entornos urbanos y post industriales? Parece que algún cerebro bien pensante (“buenista”) autorizó el reagrupamiento familiar en base a las condiciones que se daban al lugar de origen de los inmigrantes a reagrupar, y que pese a estar la poligamia prohibida legalmente era conocida su existencia.

¡Qué error! No se puede aceptar, en nuestras sociedades que han llegado a ser como son por un largo proceso histórico, que se establezca gente que quiera continuar viviendo con unas pautas de comportamiento colectivo que nosotros ya hemos superado. Aquí los derechos son para todo el mundo, pero los deberes también. “Quiero atención sanitaria, pero para mis cuatro mujeres”(!?). Y no podemos abdicar que haya algunos, aunque sean pocos, que vivan al margen de las convenciones que nos hemos dado colectivamente. Esto es delincuencia. A nivel privado, en su casa, en sus creencias más personales e intimas, todo el mundo es libre. A nivel colectivo nadie puede regirse por unas reglas diferentes a las establecidas. Si esto no es aceptado no hay lugar en nuestra casa para los que no lo acepten. Hace falta tenerlo bien claro, ellos y nosotros. Aquí se va a la escuela, todos, chicos y chicas. Aquí se cumplen las normas sanitarias y de convivencia. Aquí se hace fiesta el domingo y se come cerdo. Aquí no hay lugar por la poligamia. Los códigos legales lo son por todos.

Cabrils, 20 de noviembre.

23 noviembre, 2005

Se ve venir

Conocidos los resultados de las encuestas sobre el efecto del debate del proyecto de Estatuto en la opinión pública es lógico que el Gobierno y el PSOE tomen medidas para corregir la situación que no les es favorable.

(Peridis, en "El País". 20 de noviembre)

Ahora la pelota volverá al campo catalán. Cuanto el PSOE concrete los límites de hasta dónde quiere llegar (las famosas líneas rojas) será el momento en que los partidos nacionalistas, y también los socialistas, o mejor el Presidente Maragall, enfrentados a la dura y pura realidad, habrán de decidirse o por el pragmatismo o por hacer (cómo dije hace unos días) de "penja ases”*.

Un reconocido periodista catalán me dijo el otra día si la izquierda catalana era consciente de que puede dinamitar el PSOE, con todo el que esto representa para España,...y para Cataluña.

(Peridís, en "El País" de hoy)

¡Sensacional!, Peridís. Fijaos en los detalles apuntados a la viñeta: desde la gota de sudor de Zapatero que está desnudo, al puro de Rajoy que lleva cuernos, pasando por la espalda de Carod.

* expresión coloquial derivada del folklore catalán.

Madrid, 21 de noviembre.

Ernest Lluch

Hoy hace cinco años que ETA asesinó a Ernest Lluch.


Fue mi primero “jefe” cuanto empecé a trabajar en el año 1968, en un equipo de economistas y de estudiantes de económicas (yo era de estos últimos), en la elaboración del “Plan del Área de Acción Inmediata” que era el nombre que entonces se daba a lo que hoy se conoce como segunda corona metropolitana de Barcelona. Análisis de la población: pirámides de edad, procedencia, ocupación, estudios, ... Localización e inversiones industriales... Después lo reencontré a mitad de los años setenta en la construcción del Partido de los Socialistas Cataluña. Desde entonces, por motivos orgánicos y de procedencia, él de Vilassar de Mar, yo de Cabrils y Mataró, siempre nos tratamos. Trabajador incansable, cotilla y chismoso empedernido, culé (¡cuánto hubiera disfrutado con el 0-3 de sábado!), y siempre dispuesto a explicarte cosas. Recuerdo, muy vivamente, una estancia mía en Donosti/San Sebastián con motivo de la inauguración del Kursaal, invitado por el Alcalde, amigo común de Ernest y mío, Odón Elorza. Me hizo de cicerone por los paisajes y las personas, mostrándome toda la estima que tenía por aquella tierra y por sus gentes.

En el verano del 2000, cenando en casa de Pili González y Ramon Manent, Ernest reflexionaba en voz alta sobre si era conveniente que fuera al País Vasco puesto que se sabía amenazado, y me pareció que estaba lejos de nuestras preocupaciones de las que le queríamos hablar (el Tecnocampus).

Con motivo de su asesinato escribí un artículo en “El Punt”, como tanta gente hizo aquellos días en todos los medios. Lo titulé “El último encuentro” en recuerdo de la novela del mismo título de Sandor Marai que me recomendó Ernest aquella noche de agosto.

Ahora, el próximo miércoles, si puedo, iré a la presentación en Madrid del libro que recoje sus últimos escritos, que leídos a la luz de la vida política del momento actual conservan su vigencia.



Mataró, 21 de noviembre.

El Estatuto del romero

Los socialistas catalanes, seguramente porque son los que más se juegan en la aprobación de un nuevo Estatuto, se han lanzado a explicar el proyecto que salió del Parlamento de Cataluña por todos los medios posibles, y muy especialmente allí dónde está ahora el escollo más importante del proceso: en Madrid.


Primero fue La caja roja”, no de Nestlé sino del PSC, que hicieron llegar a todos los diputados españoles, y supongo que a otra gente. Después, el desembarco continuado en tribunas, “foros” y medios de comunicación de la capital. Manuela de Madre tiene un protagonismo activo en esta etapa. Tras ser la cara y la voz de los socialistas en la presentación en Congreso de los Diputados, ahora hace “bolos” que ponen al límite su frágil salud.

Esta semana he estado presente en dos de ellos. Primero fue el martes en un almuerzo en el Ritz en Nueva Economía Forum”, lugar por el que continuamente pasan personajes de la política para, desayunando o almorzando, o merendando, exponer lo que tienen que decir y después someterse a las preguntas de los asistentes, generalmente periodistas de los medios “capitalinos” y otros asistentes, del mundo de la economía o de la política.

La segunda fue el miércoles al final de la tarde (justo después de acabar de votar el Presupuesto ’06 en el Congreso), en la sala d’actos de Blanquerna, el centro cultural de la Delegación del Gobierno de Cataluña en Madrid, ahora estratégicamente situado en la calle de Alcalá justo enfrente del Círculo de Bellas Artes, lugar “progre” por antonomasia de Madrid. Bien arropada por Miquel Iceta (que lo hizo muy bien), y por el catedrático Javier Pérez Royo (que nos dio una lección magistral), y bajo la presidencia senatorial de Isidre Molas (por cargo, edad y cabellos blancos), Manuela habló del “Estatuto del romero”. La excusa del acto era la presentación de un libro que ha editado la Fundación Rafael Campalans sobre el Estatuto. El punto de libro que se repartió lo explica todo: el título del libro, “Una propuesta para el acuerdo”; la imagen de una hebra de romero presentada en las cuatro lenguas que hay España; y las virtudes de la hierba, medicinal, para condimentar, buena por la memoria, trae suerte, promueve el amor y la amistad, perfuma y relaja el ambiente... ¡Vaya! todo lo que necesitamos en estos momentos.

Son buenas todas las iniciativas, ya que hace falta hacer mucho esfuerzo para remar contracorriente. El ambiente no es receptivo. Lo que se ha vendido hasta ahora, el proceso de elaboración, las fílias y las fobias intuidas o explicitadas, las declaraciones y manifestaciones de los unos y los otros, el propio texto, la falta de acompañamiento que me sorprende que no se hubiera descontado, no hace fácil el debate y la búsqueda del necesario pacto que sea aceptable para las dos partes.
Como que de “romero” viene “romería”, y vuelve de “romería”, “romero”: “Buena vía, romeros”

Mataró, 19 de noviembre.

22 noviembre, 2005

José Luis Sampedro



“…Pero él, que siempre se ha negado a escribir su biografía, de hecho la ha estado escribiendo aquí estos días para nosotros. Por eso digo que tenemos el privilegio del que inesperadamente descubre un inédito. Y en esa autobiografía ha respondido ampliamente a la absurda pero reiterada pregunta de ¿cómo un economista escribe novelas?”

Ciertamente, conocí a José Luis Sampedro hace ya muchos años, siendo estudiante de de económicas, como todos los estudiantes de económicas de este país, por las obras que escribió sobre Economía. la primera que leí fue “Las fuerzas económicas de nuestro tiempo” en una edición que siempre recordaré, muy conseguida, de la Editorial Guadarrama. Al menos así lo guardo a la memoria puesto que el libro me desapareció hace tiempo. Lo debía dejar y no me la devolvieron. Después “Realidad económica y análisis estructural”. Y sus artículos y comentarios.

Lo pude saludar personalmente, ya hace unos cuántos años (veinte, ¿quizás?) en ocasión de un seminario de Hacienda Local que se celebró en Barcelona si mal no recuerdo. Hacía poco que había leído “Congreso en Estocolmo”, dónde lo descubrí como novelista, y le pregunté por el protagonista de la obra. Después, todas demás, que me han gustado mucho.
Ahora, en colaboración con su mujer, Olga Lucas, le han editado las lecciones que sobre “El autor y su obra” dio hace dos veranos a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en La Magdalena, en Santander. He leído el libro de un tirón, y me ha encantado, seguramente por que estaba predispuesto a lo que encontraría. Tampoco es ninguna proeza por mi parte puesto que la obra es corta y fácil de leer. Es una autobiografía escrita por otra mano, la de su esposa. El capítulo final reserva una sorpresa intuida por el lector sobre las circunstancias en que se desarrolló el curso.
De como su vida ha modelado su vocación de escritor que no ha abandonado nunca: la familia, los sitios y lugares dónde ha vivido, el trabajo, las circunstancias políticas, los viajes, sus ilusiones y desazones. De como siempre le ha guiado el trabajo constante y riguroso. Levantarse a las cuatro de la madrugada cada día para escribir es todo un acto de voluntad. Con su madurez es reconocido y valorado como escritor, llegando a ser miembro de “Real Academia de la Lengua Española”. De como su humildad le ha llevado a ser un del grandes escritores que tenemos hoy en día en España, con una sólida obra publicada. De como a sus 88 años continúa siendo tanto vitalista que acaba el curso con un Credo Personal:

“Creo en los horizontes del Espíritu
y en la energía cósmica del mundo,
creo en la Humanidad siempre adelante.
Creo en la Vida Perdurable.
Amén.”

“Escribir es vivir”. José Luis SAMPEDRO (con la colaboración de Olga LUCAS) Ed. Mondadori. B-2005.

Madrid, 15 de novembre.

Algo pasa en la enseñanza



En estos momentos la derecha y los obispos se movilizan en Madrid por la clase de religión.
(Peridís en "El País" de hoy)
Mientras tanto, recupero una carta de un lector leída a "La Vanguardia” de ayer.

Profesor jubilado y feliz.
ELADI SAURA - 11/11/2005 BARCELONA.

"Soy un profesor de instituto que ya no da clase. Me he jubilado y me he convertido en un profesor contento, el verbo latino iubilare significa lanzar gritos de alegría. Tengo muchos motivos para estar contento. La degradación de la enseñanza hace que muchos de nosotros, con la jubilación, nos sintamos liberados. Hartos de desprecios y de maltratos verbales - e incluso físicos-, de hacer el trabajo que algunos padres tendrían que hacer y no hacen, de tener que aguantar que miembros de familias medio analfabetas nos digan cómo tenemos que hacer las clases y que por qué hemos suspendido a la criatura... Tenemos que aguantar en las aulas pequeños que nunca - en bien de todos- las habrían de haber pisado. Es por todo esto que ahora, aligerado y eufórico, puedo decir que, finalmente, soy un profesor jubilado y feliz. Si algún profesor en activo se siento comprendido y moralmente apoyado leyendo esta carta, habrá valido la pena haberla escrito."

Traducida del original en catalán.

Mataró, 13 de noviembre.