27 junio, 2006

La gestión post Estatut*

*(artículo para Capgros.com)

Ya tenemos nuevo Estatuto. Ahora será preciso desarrollar lo que en él se determina. Hay que explicarlo también. Me preocupa que pueda haber la impresión de cómo que ya tenemos un nuevo marco, un nuevo campo y reglas de juego, esto ya marcha, esto ya está.

Hay que volver a exponer que es todo esto que hemos hecho. Hay que volver a decir que la construcción de la España plural, de la que el Estatuto es una pieza importante, tiene su tiempo y su procedimiento.

Ahora tenemos los planos de la nueva casa que queríamos construir. Algunos creían que no era necesario hacerla nueva, ya estaban bien en la que tenían. Otros la querían más grande y espectacular, incluso soñaban no con un adosado sino con una casa a cuatro vientos. Pero la comunidad ha dado el visto bueno a lo que le proponían los arquitectos promotores, a lo que se podía hacer ahora.

Pero ahora, será necesario disponer de albañiles contratistas por que la levanten. Con diligencia, sin pausas si puede ser, para poder disfrutar cuánto antes mejor de la nueva construcción. Y habremos de tener presente, además, a los suministradores de los materiales, a la disponibilidad de los mismos, y confiar que no haya elementos externos que hagan variar las previsiones establecidas. Que no haya tensión en la demanda de materiales, o en el suministro de las materias primas para hacerlos.
Con este ejemplo intento remarcar elementos relevantes para el despliegue del nuevo Estatuto como son el tiempo, los protagonistas y las circunstancias externas que siempre se dan.

Respecto a los protagonistas reafirmar algo que ya dije en otro sitio. Es lógico que los impulsores del tengan más autoridad para trabajar el desarrollo estatutario que los que por una u otra causa optaron por el No. ¿Alguien piensa que el PP o ERC, si no varían sus planteamientos, pueden estar allí? Parece que mientras que el PP se mantiene impertérrito en su crítica, los dirigentes de ERC reconocen su fracaso, que no sé si quiere decir rectificación, que es una cosa distinta. Esto tendrá que aclararlo, especialmente si quieren estar dentro del proceso. ¡Qué verano les espera!. Si sólo es el reconocimiento del fracaso, pero mantienen el discurso de modelo diferente, lo tienen complicado puesto que se debe desarrollar un proyecto que no es el suyo y que no asumen. A la hora de hacer un presupuesto habrá los ingresos derivados que da el nuevo Estatuto, y los gastos habrán de cubrir las competencias que da el nuevo Estatuto. No otra cosa. Por lo tanto, siendo respetable y legítimo mantener la posición, desde el funcionamiento de una sociedad democrática, siendo igualmente legítimos la crítica y el poner de manifiesto lo que representa la diferencia de modelo, seria un contrasentido la posibilidad de participar en la gestión.
Otra cosa es, además de aceptar democráticamente el resultado, revisar la posición y abandonar la pretensión alternativa y manifestar abiertamente que se trabajará con lealtad y en la misma dirección de los que han recibido la aquiescencia de la ciudadanía. Vaya, si se sabe diferenciar entre el programa máximo y el programa mínimo. Cosa que los gradualistas hace tiempo aceptaron.

Hay que explicar bien las cosas, especialmente ahora que volvemos a empezar una nueva carrera electoral, puesto que de mantenerse más o menos, o con pocas variaciones, la distribución de fuerza de las opciones políticas en Cataluña difícilmente se podrán repetir los juegos de alianzas de los últimos años, ni hacia la derecha ni hacia la izquierda. Y también habrá que tener presente que en Madrid el panorama ya no es el del 2000 (apoyo PP/CIU), ni el del 2003 (mayoría absoluta del PP). Ahora, al 2006 hay una nueva apuesta (PSOE) que es la única que puede asegurar, con muchas tensiones, un correcto desarrollo estatutario.

Ya sé que no será sencillo ni fácil, no hay que esconderlo. ¿Pero hay alguna otra apuesta posible? Creo que los votantes del Sí del pasado domingo lo tuvieron muy claro.

Madrid, 21 de julio.

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