30 abril, 2007

El estallido de la burbuja inmobiliaria.*

*(artículo para Capgros.com)

Es conocido el impacto de múltiples factores sobre la demanda de vivienda en los últimos años en España: Económicos, demográficos, sociológicos, incluso psicológicos…

Esta fuerte demanda ha encontrado respuesta en una ávida oferta que ha aprovechado, muchas veces desordenadamente, las posibilidades de suelo que el retroceso del sector primario de la economía ha permitido, y la obsolescencia de muchos suelos urbanos. Pero pese a esta mayor disponibilidad de la oferta los precios de las viviendas han experimentado un aumento vertiginoso que hasta ahora ha sido correspondido por una insatisfecha demanda.

¿Hasta ahora? No sé si se cortará la continuidad en el crecimiento de los precios, pero empiezan a darse síntomas que quizás este crecimiento llega a su fin. Los aumentos de los tipos de interés que hacen crecer las cuotas mensuales que ya han llegado a plazos excepcionalmente largos, la imposibilidad de reducir más el tamaño de las unidades ofrecidas, el elevado porcentaje de renta familiar destinado a esta finalidad, la disminución del volumen de la demanda solvente, la ocupación abusiva de amplias zonas del territorio que genera rechazo social, la voluntad política de encontrar alguna solución para los que más lo necesitan,... Todo lleva a pensar que estamos ante un cambio de tendencia en el mercado de la vivienda en España.

Estamos viviendo este días la explosión de la burbuja financiera del sector expresada en la brutal caída de los valores bursátiles de determinadas empresas del sector que, no hay que olvidarlo, habían tenido una rápida y repentina subida parecida a la de los valores tecnológicos de hace unos años. Este hecho puede arrastrar a la baja a las empresas constructoras y de rebote a las financieras que engrasan a las primeras y a las segundas, y hacer tambalear el conjunto de la economía. Ahora veremos hasta qué punto el crecimiento se ha basado sólo en este sector, o si las importaciones y la inversión en bienes de equipo de los últimos tiempos mantienen el crecimiento por la parte industrial que seria más saludable y deseable.

Parece que la última fiebre especulativa, que ha sido larga e intensa, ha encontrado su techo y que ahora habrá un movimiento de resituación a las expectativas reales marcadas por la capacidad de la demanda solvente realmente existente. Esto quizás puede comportar, más adelante, una disminución de los valores patrimoniales en manos de los particulares y de las empresas del sector. Respecto a los particulares, el problema está en el endeudamiento que soportan que tengo la impresión de que en general –por los datos que se conocen- es inferior al patrimonio por lo que sólo afectará a las expectativas de cambio pero no a las de uso, excepto quizás a exagerados casos puntuales. Con respecto a los patrimonios en manos de las empresas de los sector dependerá del apalancamiento que hayan hecho para obtenerlos y qué fortaleza financiera propia tienen por aguantarlos. Hará falta seguir con atención esta evolución.

Madrid, 25 d’abril.

16 abril, 2007

El paso del tiempo.*

*(artículo para Capgros.com)

Terminado el breve periodo de la Semana Santa vuelve la actividad, y la situación política, casi allí dónde la dejamos, y vuelve prácticamente con los mismos temas que parece que no nos podamos quitárnoslos de encima.

En el tablero internacional continúa agravándose la situación en Irak y la escalada del terrorismo fundamentalista islámico muy cerca de nosotros, en Marruecos y en Argelia. En España, el juicio por el atentado del 11-M nos depara nuevos intentos de continuar confundiendo a la población sobre la actitud que tuvo el Gobierno Aznar en aquellos trágicos días. También la presencia, o no, de la izquierda abertzale en las próximas elecciones municipales continúa siendo noticia. Mientras, el culebrón de la famosa OPA sobre Endesa tiene un final imprevisto en la actitud del todavía Presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. En Cataluña todavía estamos digiriendo el rebrote soberanista/independentista de la última reunión del Pleno del Parlamento, y como en el resto de España nos encontramos ya inmersos en la carrera electoral de mayo.

Hay momentos en que quisieras que el tiempo anduviera distinto. Algunas veces más despacio, otros más deprisa. Cuando ves algunas cuestiones que se eternizan o no se resuelven, te gustaría que el tiempo corriera de otra manera para ver la salida, buena o mala, y así liberarte de la incertidumbre y de la desazón que ésta te crea. En los temas que más arriba he expuesto que están sobre la mesa hay algunos que sabremos el desenlace pronto, mientras que otros tendremos de esperar más tiempo y quizás algunos quedarán irresueltos.

El más claro es el de las elecciones municipales y regionales próximas. Todo el ruido de la confección de las listas, y de las listas que se presentarán, será sancionado por los ciudadanos en fecha concreta, el 27 de mayo, y entonces se abrirá un nuevo periodo de concreción de los resultados en la composición de las instituciones que también tiene fecha fijada a mitad de junio. Previamente, se habrá dilucidado qué pasa con la presencia de determinadas formaciones en el País Vasco, y qué consecuencias comportará. Serán malas ambas: tanto si están como si no están. Esto comportará más tensión, por uno u otro lado, en el debate político. Parece que la posición del Gobierno es clara, lo que está por ver es hasta qué punto pueden forzarse rendijas que pretendan sortear la situación. Pero, vaya, nada bueno nos espera por este lado.

Del desenlace del tema ENDESA todavía oiremos hablar algún tiempo más. Todo el que consiga estirar la cuerda el inefable Martínez Pujalte en el Congreso. ¡Si ha sacado de jugo de este tema! ¡Pasará a la historia parlamentaria como el diputado de las OPA’s! Pero creo que si no hubiera sido por la controvertida personalidad de Manuel Conthe este tema ya estaría resuelto.

El juicio del 11-M va para más largo. Tal como se van desarrollando las sesiones tiene la pinta de irse clarificando poco a poco, superando escollos y zancadillas. La justicia es lenta, pero inexorable. En cambio el tema de la consideración por parte del Tribunal Constitucional de los recursos planteados contra el Estatuto de Cataluña es más complicado. De una parte por su propio procedimiento, pero más importante que esto es el debate existente sobre que se debe hacer ante una sentencia que todavía debe producirse. Esta maldita tendencia a situarse en un hipotético escenario, que puede ser más o menos verosímil, enturbia el debate sereno y la acción cotidiana del Gobierno. También habrá una fecha, desconocida hoy por hoy pese a los augurios, en que tendremos que enfrentarnos con una nueva realidad del signo que sea, y entonces será el momento de la actuación que corresponda. Creo que la respuesta que está dando a este tema el Presidente Montilla es la más acertada. Las sentencias, en un Estado de Derecho, se acatan siempre. Y luego, si no son de nuestro agrado se buscan las salidas políticas posibles en el marco constitucional establecido, no fuera de él.

El más complicado de todos es el escenario internacional dónde está claro que irresponsablemente no hay nivel, o posibilidad de alcanzarlo, para hacerle frente. Nos esperan tiempos turbulentos y hay que encomendarse a los Dioses para que no empeoren. La fragilidad del mundo de hoy, sólo hay que pensar un poco en la energía, puede llevarnos a colapsos que ahora alegremente queremos ignorar. ¡Ah!, felizmente se habla mucho del cambio climático. A ver si es para extraer de ello decisiones adecuadas.

Mataró, 15 de abril.

Más derechos sociales, más gasto social.*

*(artículo para Capgros.com)

Pese al ruido que va acompañando el recorrido de la actual legislatura en las Cortes Generales, primero debido a la reforma del Estatuto de Cataluña y ahora otra vez con el tema vasco, este periodo dejará impronta por los cambios introducidos en nuestro ordenamiento jurídico de nuevos derechos sociales y el empuje económico que se ha dado a los ya existentes, además del que corresponde a los nuevos. ¡Y todavía queda una cuarta parte de la legislatura!

Últimamente ha sido destacada la aprobación de la Ley de la Igualdad que comporta el reconocimiento de la discriminación positiva respecto a las mujeres para atender la consecución real de una igualdad que la sociedad por si misma se resiste a conceder. Pero con anterioridad fue la Ley para la Autonomía Personal, más conocida como la de la dependencia, que establecía el cuarto pilar del Estado del Bienestar. Las leyes, varias, que reconocían derechos de personas que tradicionalmente habían sido marginadas y discriminadas por su orientación sexual. La Ley Contra la Violencia de Género para intentar luchar contra esta lacra social que con la mayor transparencia social aflora cada vez más. Ahora, en el orden de los derechos laborales, se tramita el Estatuto del Trabajo Autónomo intentando abrir camino hacia la convergencia de esta clase de trabajo con los derechos generales de los trabajadores. También cabe reseñar las actuaciones gubernamentales que reconocen situaciones de hecho otorgando derechos a las personas que se encuentran en ellas y no los tienen reconocidos cómo es la regularización de muchos inmigrantes que viven y trabajan a nuestro país.

Muchas de estas actuaciones legislativas comportan, y comportarán más en el futuro, gasto económico que tendrán que recoger los presupuestos públicos: personal, servicios, transferencias, ayudas varias, equipamientos, instalaciones,...

A la vez, respecto a las prestaciones económicas públicas hacia a los colectivos más desfavorecidos se están haciendo avances considerables. Incrementos substanciales del salario mínimo y de las pensiones más bajas. Y para todo el mundo, como le gusta decir al Vicepresidente económico, Pedro Solbes, incrementando el Fondo de Reserva de la Seguridad Social y reduciendo la Deuda Pública, aprovechando la excelente situación económica en la que nos encontramos. Es decir, más dotaciones y menos carga para hacer frente a las obligaciones futuras que habrán de afrontar las generaciones del mañana.

Ya sé que esto se debería dar por hecho. A todo Gobierno se le exige que mejore y amplíe la situación y el bienestar de sus administrados, y lo que viene haciendo el Gobierno no es más, pero tampoco menos, que todo esto. Pero ante el que se puede translucir, en algunos medios y ambientes más que en otros, conviene reiterarlo y remarcarlo.

Tanto más que estos derechos y gastos logrados en estos últimos tiempos difícilmente habrá quienes los haga retroceder. Al menos que hubiera un cataclismo social y/o económico, o de reacción política desmesurada, en nuestra historia reciente no se ha producido marcha atrás en estos temas. No quiero decir que esto sea imposible y que no lo hayamos de tener presente. Aquellos que se opusieron en el momento de empezar la implantación de los mismos, como también lo hacen ahora, no los han cuestionado con posterioridad, y por esto pienso que los nuevos derechos y gasto social logrados en esta legislatura tampoco lo serán. Especialmente si la ciudadanía se los hace suyos e impide democráticamente que alguien los cuestione.

Mataró, 25 de marzo.