17 febrero, 2008

Los/as maestros/as*

*(artículo para Capgros.com)

Dejemos de lado las cifras del seguimiento de la huelga de la enseñanza del pasado jueves en Cataluña. Aceptemos que hay un amplio rechazo, a través de las organizaciones sindicales, del documento que presentó el Consejero Maragall de “Bases para la Ley de Educación de Cataluña”.
Últimamente todo el mundo habla de los problemas de la educación en general y de su importancia crítica para nuestro futuro colectivo. Entonces debe de ser lógico que la Administración competente en la materia se plantee hacia dónde debemos ir. Si además, tenemos lo que queríamos en el marco del despliegue del nuevo Estatuto, mejor todavía, más motivos para hacerlo.

No pienso que el documento presentado sea fruto de algún despropósito producido por una pandilla de alocados. Creo que hay al frente del Departamento de Educación gente con probada y larga capacidad de gestión y experta en el tema para pensar que no habrán sacado a la luz ninguna barbaridad. Supongo también que, en el proceso de redacción de una Ley de Educación de Cataluña, empezar publicando un documento de Bases y decir: “Esto es lo que piensa la Administración. Vamos, a partir de aquí, a hablar”, debe ser lo más sensato. Ya veremos en el proceso de debate y diálogo entre todos, todos, no sólo los enseñantes, implicados en el tema qué saldrá al final. Se obre un proceso. No hay nada determinado todavía.

Pues parece que no puede ser así, al menos vista la virulenta reacción de buena parte del estamento educativo. Y me temo que detrás de esta reacción se esconde miedo, mucho miedo. ¿Miedo a qué? No se trata de recursos, aunque algo debe haber de esto. Pese al incremento substancial en personal y edificios escolares que se está produciendo es cierto que el incremento de la población y especialmente de nuevos llegados pone el sistema en tensión. Pero si sólo fuera este el tema pienso que puede estar en vías de resolverse. Es sólo cuestión de tiempo.

Creo que hay miedo al cambio. Todo está girando muy deprisa. La sociedad (muy especialmente), los requerimientos técnicos (sin duda), la formación y los métodos más adecuados para hacer los trabajos (evidente), las estructuras organizativas y directivas (palpable), las relaciones personales (especialmente visible),... Y la escuela no es un mundo aparte. También está dentro de esta vorágine. ¿No se estará luchando para mantener el “status quo” y rechazando el necesario esfuerzo de adaptación a los nuevos tiempos? ¿No habrá corporativismo en las denuncias? Tengo alguna experiencia, ya antigua, en el rechazo que encontré al manifestar opiniones rompedoras desde mi percepción del trabajo educativo. Lógico, puesto que no soy experto. Pero, ¿También van tan equivocados la gente experta y conocedora que han hecho unas Bases? ¿Y las voces, muchas de ellas autorizadas, que desde varios ángulos opinan, creen y piden que hay que cambiar la situación actual?

Empezar un debate con la exigencia de que se retire el primer documento presentado, movilizando a la gente, parando la actividad y sacándola a la calle, es un mal indicio puesto que es un mal inicio. Es indicativo de miedo y de inseguridad. Aunque en las sociedades occidentales y ricas la lucha por el mantenimiento de las situaciones adquiridas es una de las principales causas de conflicto.

Pero el mundo se mueve, y quien se quede quieto se quedará atrás y sobrepasado. Por cierto, la Fundación “La Caixa” acaba de editar un libro que reúne un ciclo de conferencias que hizo hace un tiempo con el título de “La vida es cambio. El cambio es vida”.

Mataró, 17 de febrero

06 febrero, 2008

La crisis. ¿La crisi?*

*(Artículo para Capgros.com)

Hace quince días
escribía sobre la inflación. (Aprovecho para agradecer los comentarios), Se publicó, como siempre, el domingo. El día siguiente, el lunes, caen las bolsas de medio mundo en una fuerte crisis financiera. Todo el mundo se olvida de las noticias económicas anteriores y de cabeza a las nuevas.

En teoría hay recesión cuando las variaciones del P.I.B. son negativas dos trimestres consecutivos seguidos. Y hay desaceleración profunda cuanto los crecimientos trimestrales son inferiores al 1%. Los últimos datos conocidos en España indican un crecimiento del P.I.B. del 4% y del 3,8% en el segundo y el tercer trimestre del 2007. El cuarto trimestre lo sabremos pronto, a mitad de febrero, pero todo indica (el Banco de España lo acaba de adelantar) que estará en torno el 3,5%, el que dejará el crecimiento anual del 2007 en torno el 3,8%.

Hay nubes en el horizonte (o quizás, ya encima nuestro) de le economía, pero ningún analista prevé por los próximos tiempos crecimientos inferiores al 2% (esto los más pesimistas). Entonces, ¿Por qué esta histeria, transmitiendo a los ciudadanos/as una percepción de crisis que realmente no existe? Evidentemente por la perspectiva electoral y para intentar trasladar a la población una desazón que diluya el balance positivo de los últimos años en materia de ocupación, crecimiento, estabilidad presupuestaría y saneamiento de las finanzas públicas que ha hecho el Gobierno socialista y que es innegable.

Dos consideraciones más. La economía tiene un componente psicológico de confianza considerable. Las expectativas son muy importantes tanto para los consumidores (públicos y privados) como por los inversores (tanto reales como financieros). Erosionar, por motivos electoralistas, estas expectativas sólo es indicativo del bajo nivel del debate político y de la carencia de recursos más sólidos para hacerlo.

De otra parte, hay que reconocer que
hay un cambio de tendencia. Esta fue hacia arriba hasta el primer trimestre del 2007 y a partir de entonces empieza a bajar con unas perspectivas de continuidad que podrán ser más o menos acentuadas según que pase al conjunto de la economía occidental. En esta situación, pese a que no tendremos confirmaciones ciertas del qué pasa hasta bien entrada la segunda parte del año, no podemos pensar que no hace falta hacer nada en absoluto. Pero hay que ir con cuidado con las medidas a tomar.

No estamos en una situación en que hagan falta medidas de relanzamiento, como algunos catastrofistas piden, de reducciones fuertes de tipos de interés y o/de impuestos, puesto que estamos en un repunte inflacionario que no se nos puede ir de las manos.

Si que se debe hacer alguna reflexión sobre los estímulos al consumo que comporta la actual práctica de las entidades financieras. También de los efectos espejo y espejismo que provoca una creciente desigualdad social (convendría repasar y repensar los datos) que produce insatisfacciones en amplias capas sociales. Pero estos son más temas sociales y políticos que económicos pese a la evidente incidencia en estos últimos.

Los resultados definitivos de la recaudación fiscal del 2007, que también se sabrán en los próximos días, se intuyen muy buenos (otro indicador por dónde fue la economía el año pasado). Se abre el debate de como
aplicar los sobrantes. Y el problema está en la dificultad de que las medidas que se propongan se consoliden, o en menos ingresos o en más gasto, puesto que más adelante lo encontraremos. Hay que afinar las medidas haciéndolas muy selectivas para aquellos que más lo necesiten.

Mataró, 29 de enero.

04 febrero, 2008

La inflación. Nuevos equilibrios.*

*(artículo para Capgros.com)

Hablamos mucho de economía. Después de años magníficos en el comportamiento de los datos que indican la marcha de la economía las cosas comienzan a variar. Parece que la cucaracha del 8 de agosto del año pasado era premonitoria de que había otras. El IPC sube con fuerza, las bolsas bajan, incluso caen, el crecimiento se debilita, sectores como la construcción, y todo el que va asociado a ella, sufren de lo lindo, el consumo se resiente y la confianza baja.

Detengámonos hoy en
la inflación. La evolución de la tasa de variación del precios vendía mostrando un comportamiento estable, tirando a bajista, desde hacía fuerzas meses hasta llegar a octubre pasado en que empezó subir abruptamente: 2,6 % en noviembre del 2006, 2,2 % en agosto del 2007, 2,6 % otra vez el mes siguiente, septiembre, por encaramarse en tres meses al 3,6 %, 4,1% y 4,2 % para cerrar el año 2007.


(Fuente: INE)

Este repentino comportamiento no es exclusivo de la economía española. Manteniendo el diferencial más o menos estable (en torno al 1,-%, 1,2% ) con la economía europea indicaba que algo está pasando en la economía mundial. La explicación está en el crecimiento de los precios del petróleo (a la raya de los 100 $ por barril) y de los cereales y de otras materias primas. El diferencial estructural de nuestra economía es un dato parece de difícil corrección pero que aún resolviéndolo no nos salva de lo que pasa por todas partes.

En las primeras lecciones del más sencillo manual de economía se estudia la formación de los precios a partir del punto de cruce de las curvas de la oferta y la demanda y como su evolución van determinando nuevos puntos de encuentro, de nuevos equilibrios, a partir de las características de ambas curvas.

No se puede esconder que la evolución de la economía mundial en los últimos años tiene un impacto sobre los mercados de determinados productos que comporta la búsqueda de nuevos equilibrios. Así el acceso de millones de consumidores de los países que emergen con mucha fuerza y que son muy grandes (los BRICS) sobre la demanda de energía, alimentos o materias
primas lleva a nuevos equilibrios y reasignaciones. Cuando Tata anuncia la fabricación de un coche barato para los millones de potenciales compradores de la India está anunciando tensiones en el mercado del petróleo (aunque el coche se diga que consumirá poco) puesto que será mayor la demanda de gasolina en un mercado que parece bastante apremiado por el lado de la oferta. No, no hay que preocuparse demasiado directamente por nuestra industria automovilística. No sustituiremos nuestros confortables vehículos y volveremos al 600 (que en el fondo es lo que es el Nano). Lo que si que debe preocuparnos es si habrá gasolina para todos en el mundo, y la que haya, a qué precio estará. Se establecerán nuevos puntos de equilibrio, nuevos precios, en el mercado. Con una demanda más alta los precios subirán y como que habrá, parece, dificultades por aumentar la oferta permanecerán altos puesto que no habrán posterior correcciones. Podríamos explicar hechos parecido en el campo de las materias primas, y veremos como reaccionará y en qué tiempo la oferta de alimentos.

Por lo tanto, los incrementos de precios derivados de estos hechos no se pueden corregir por la vía de la indexación de los ingresos de forma que éstos aumenten de forma parecida puesto que entraríamos en una espiral inflacionaria que no tendría final. La única solución es la readaptació de la demanda a las nuevas condiciones del mercado, es decir reducirla. Y aquí está la piedra de toque de nuestros comportamientos. ¿Seremos capaces de hacerlo?

Hay posibilidades técnicas por mejorar la eficiencia en la satisfacción de nuestras necesidades. Hemos logrado niveles de riqueza suficientes para no prever privaciones relevantes. Entonces, ¿dónde estará el problema? Seguramente en la mejora de la redistribución de los recursos entre los componentes de la sociedad de forma que no haya excluidos, o grupos de gente que vayan quedando marginados de necesidades básicas, haciendo políticas discriminatorias tanto de rentas como de gasto público.
Políticas socialdemócratas y no políticas liberales.

Este es, a mi modo de ver, el principal reto que tenemos por delante las ricas sociedades occidentales en el próximos años.

Mataró, 16 de enero.

Las próximas elecciones generales.

¿De qué van las próximas elecciones generales? Ciertamente, todo el mundo lo sabe. El próximo 9 de marzo todos los españoles estamos convocados, tal y como toca preceptivamente cada cuatro años, para escoger nuestros representantes en las Cortes Generales (Congreso de los Diputados y Senado). Las cámaras que salgan de estos comicios, más concretamente el Congreso, escogerán el próximo Presidente del Gobierno, controlarán al Gobierno que él designe, le harán propuestas de actuación y a la vez serán las encargadas de crear o modificar las leyes por las que nos regimos en nuestra vida cotidiana.

El hecho es importante, como lo es cada vez que a una democracia se llama a los ciudadanos y ciudadanas a dar su parecer y a fijar su posición. Por lo tanto la primera determinación, ir o no ir a votar, es importante en el sentido de ejercitar el derecho de expresar la opción que cada cual cree que es la mejor. Quizás algunos crean que no vale la pena ejercer este derecho, pensando que su opinión no tiene importancia. También puede haberlos que piensen que no ejerciéndolo expresan mejor su estado de ánimo y de pensamiento. Son opciones respetables, pero más allá de lo que comportan en el día de la votación, los cuatro años siguientes vendrán determinados por la composición que se producirá de los votos emitidos que expresen preferencias ciertas. Entonces lo que se decida no tendrá en cuenta, o relativamente poco en cuenta, esta opción de quedarse a casa y pensar que lo que pase aquel día no tiene nada a ver con los que la hayan tomado.

Una vez encaminados los pasos hacia al correspondiente colegio electoral habrá que decidirse por alguna de las opciones que se presentan. También puede ser una opción no decantarse por ninguna, votar en blanco, aunque ésta no tiene efectos demasiado diferentes que la de no ir a votar: No hay sillas vacías en las Cortes a la hora de las votaciones que son las que determinan lo que hay en juego. Pensando en una papeleta concreta uno puede decantarse por lo que le diga el corazón, o por alguna opción que defiende algún tema particularmente sentido personalmente. Pero la ciudadanía sabe que de lo que se trata no sólo son algunos temas puntuales sino el conjunto de una acción de gobierno que abarca aspectos muy amplios que afectan todos los aspectos de nuestras vidas y de nuestra convivencia como colectividad.

El próximo día 9 de marzo sólo hay dos opciones que después con los resultados en la mano puedan formar Gobierno: la de los populares con Rajoy (y la sombra de Aznar detrás) y la de los socialistas con Rodríguez Zapatero. Otras formaciones políticas podrán también hacer sentir su voz y podrán, y o/pretenderán, ayudar a que gobierne una o la otra, hecho que no se debe despreciar y valorar consecuentemente puesto que puede ser importante, pero no tienen otras posibilidades.

Los socialistas pensamos que la tarea hecha en los últimos cuatro años desde el Gobierno es merecedora de la aprobación mayoritaria del cuerpo electoral puesto que su conjunto es de una valoración notable. No solamente se ha corregido la deriva impuesta por el gobierno de mayoría absoluta que dispuso José Mª Aznar en temas tan relevante como la alineación exterior de la política española (Bush/Irak), como en temas ambientales (Ebro), sino que ha producido un adelanto considerable en derechos sociales (dependencia/ igualdad/ nuevas estructuras familiares/...), derechos económicos (pensiones bajas/ sueldo mínimo/becas/...). La gestión presupuestaria ha dejado situado convenientemente al país para afrontar los cambios de ciclo que parece que ya se apuntan (reducción de la deuda pública/ superávit a la Seguridad Social/ Investigación y desarrollo/....) Este hecho hay que hacerlo notar ya que si realmente se acerca un periodo de vacas “flacas” estaremos en una buena situación para afrontarlo.

Y de otra parte, la otra opción posible, la de la derecha, la del PP, parece que no se haya movido de la posición que les comportó ser echados del Gobierno en el 2004. Las mismas caras, las mismas propuestas, las mismas actitudes. Un posible regreso de esta gente representaría ir atrás en los grados de apertura y de adaptación de nuestra sociedad a los tiempos que estamos viviendo.

Por lo tanto la consideración de la opción socialista es una de las mejores posibilidades que se presentan. Y aunque aquí en Cataluña habrá quienes lo reprocharán, hay que hacer la siguiente reflexión: ¿Quien sino los socialistas, encabezados por Rodríguez Zapatero y Carme Chacón (en Barcelona), puede responder mejor a nuestras necesidades? ¿Los populares, Rajoy y &, más Aznar, que sólo nos han puesto y continuarán poniendo trabas a nuestras pretensiones, que niegan una y otra vez nuestra realidad y nuestros anhelos, que sueñan en la España una y única, que están en manos de los sectores más retrógradas de la sociedad? ¿Y otra de adicional: ¿A quien harán presidente de Gobierno las otras opciones y a cambio de qué? Tenemos experiencias.

Pues, esto. Hay que conseguir cuatro años más de Gobierno de progreso, de Gobierno de Rodríguez Zapatero. Está a manos de los ciudadanos y ciudadanas lograrlo. Por nosotros no estará.

Mataró, 21 de enero.

Postales: Calendario. Febrero.

Egon Schiele. Hauswand am Fluss. 1915.
Leopold Museum. Viena

Postales: Calendario. Enero.

Marc Chagall. La lluvia (1911)
Peggy Guggenheim Collection. Venècia.
Nos conviene. Hay sequía.

Ponerse al día.

Voy retrasado en la traducción de los artículos que voy publicando en catalán. Hay que hacer un esfuerzo y no abandonar la empresa que no sé si es seguida por alguien pero que creo necesario llevar a cabo.

Para empezar las postales enero y de febrero. Y luego tres artículos de actualidad.

Mataró, 4 de febrero.