18 marzo, 2008

Relato de campaña. Epílogo.

“Tener un hijo, plantar un árbol, escribir un libro”, como desideratum clásico del paso por la vida. (Mira tú, vaya, qué original. ¡Hay 10.500 entradas en el Google con este título!)

De hijos he tenido dos, chico y chica, ya crecidos y que ya hacen su propio camino. De árboles he plantado muchos. El trabajo de Alcalde se lo traía. Recuerdo especialmente algunos de los que el Ayuntamiento plantó en el Paseo Marítimo, ahora hace 25 años, pinos, umbús, plátanos y cipreses en el espacio ganado en la que fuera la finca de can Biayna, y con especial “cariño” el vástago de olivo traído de Andalucía en la Plaza de La Roda, en La Llàntia.

Me queda el libro. ¡Mira que he llegado a escribir en mi actividad! Sólo haciendo una colección de artículos publicados, presentaciones de otros libros, charlas y conferencias preparadas o transcritas, saldría un volumen grande. Algo empecé a recoger cuando abandoné la Alcaldía ahora hace cuatro años que está amontonado en un rincón de un estante del despacho de mi casa.

La colección de los “Relatos de campaña” que he venido haciendo desde el 13 de enero hasta hace pocos días de esta semana no creo que se pueda considerar un libro. Por mucho que añada una portada (hecha con una diapositiva de Power point), un prólogo (la entrada del cierre de la etapa anterior) y ahora este epílogo, más una contraportada, un álbum de fotografías (que quizás todavía tendrá más incorporaciones), una nota de advertencia y un índice para facilitar la lectura.

Nunca se podría editar, y mucho menos distribuirse comercialmente, no sólo porque no sé quién podría estar interesado a pagar por él, sino por los problemas derivados de la utilización de imágenes y recortes de publicaciones varías que tienen sus legítimos propietarios a los que debería compensar convenientemente o pedir el permiso para usarlas. Y también por la complicación que representaría incorporar los muchos hipervínculos que hay en cada entrada que permiten enlazar, contextualizar y explicar muchos conceptos y exposiciones.

Dejémoslo, pues, como lo qué es: una colección de entradas de un diario personal público convenientemente ordenadas por si alguna vez alguien desea mirarlas y ver, opinar, criticar, estudiar, evaluar, lo que hizo un cargo parlamentario en un periodo electoral concreto, el de las elecciones generales españolas del invierno del 2008. Con el interés añadido, si queréis, de que su autor formaba parte de la candidatura que ganó aquellos comicios.

Las herramientas que proporciona la red permiten hacer este “producto” prácticamente sin coste, excepto el trabajo personal que he invertido en él. Debo decir en mi descargo que he dispuesto del tiempo que me ha permitido el cese de la actividad parlamentaria provocada por la disolución de Las Cortes y el periodo que va desde la convocatoria subsiguiente de las elecciones hasta la realización de las mismas. De hecho hasta la toma de posesión todavía quedan unos cuántos días de poca actividad que permiten trabajos como éste. Después, ahora ya lo sé, será más complicado tanto en tiempo como en inspiración.

Ya dejé constancia de los agradecimientos correspondientes. Haría falta repasar a fondo la ortografía. ¡Debe haber un montón de faltas! Todo mi catalán es autodidacta. Cuestiones de la edad y del correlativo tiempo histórico en que fui a la escuela. Suerte que este formato permite la posterior y constante corrección.



Quiero acabar diciendo que he “xalat”, (disfrutado, me he distraído alegremente) mucho haciéndolo.

Mataró, 13 de marzo.

Relato de campaña. Acto central del Maresme.

Cuando la desbocada fuerza de los caballos del aguacero
de pronto baja por las rieras,
he mirado esta tierra.

(Salvador Espriu)

Desde mis años, miro hacia atrás. No se trata de remontarme demasiado lejos. Ya sabéis qué poco me gusta hablar de la Guerra. ¡Uff...! ¡Hace de ello tanto tiempo! Podría hablaros de como conseguimos hacer la “Nueva Ciudad”, y como no muy lejos de aquí derrocamos el viaducto que llevaba la salida de la autopista hacia la carretera. Esto ya lo conocéis de primera mano. ¿Por qué os he de cansar?



Quiero hablaros sólo de estos cuatro últimos años. Ya lo sabéis, lo he visto de cerca, desde la barrera y alguna vez incluso dentro la plaza. He ayudado a la tarea, y con mi voto, y alguna vez con mi voz, he contribuido a los cambios legislativos y apoyado la acción de Gobierno que hemos hecho los socialistas en España.



¿Tan importante ha sido? Si, chicos y chicas. ¿Qué os pensáis? Estos cuatro años, el día de mañana, estarán a los libros de historia. ¿No exageras? No, no.

Después de parar los ciudadanos y las ciudadanas con su voto del 14 de marzo del 2004 la deriva megalómana y derechista de Aznar y compañía, los socialistas encabezados por Rodríguez Zapatero, y con el Presidente Montilla entonces de Ministro, empezamos a cambiar la situación. Ya lo recordáis, hemos hablado mucho de ello. El retorno de las tropas españolas de Irak, la derogación del trasvase del Ebro, ... Y fuinos construyendo los nuevos derechos civiles para aquellos que habían sido excluidos de ellos y mejorando los derechos sociales de quienes más necesidad tenían y afanándonos para que la escuela se adaptara a los tiempos y el acceso a la vivienda fuera menos difícil para los jóvenes y nos preocupamos mucho por el medio ambiente poniendo en pié toda una panoplia de leyes para poder dejar un medio natural mejor para las generaciones futuras. Y cogimos la segunda reforma autonómica con el empuje y al rebufo de la voluntad catalana de ampliar el autogobierno.

La gente nos hizo mucha confianza. La muestra..., la continuidad y mejora de los indicadores económicos: la ocupación, con la tasa más alta que nunca habíamos tenido; la necesidad de gente de fuera que incorporamos legalmente; la desocupación más baja que nunca; el crecimiento global con un fuerte crecimiento de la formación bruta de capital, que quiere decir buenas perspectivas para el futuro; la prudencia y los buenos resultados en las cuentas públicas que hace que hoy seamos la envidia de Europa en esto. Bien, como que éste es mi tema, por profesión y por el encargo que me hicieron los compañeros en Madrid, ahora me embalaría y os empalagaría de cifras, estadísticas, comparaciones, y gráficas. Para mí ha sido un placer poder escuchar y aprender de Pedro Solbes, de Mafo (ésto es una cosa madrileña), del chico Vegara que ahora va en nuestra lista (perdona David lo de chico), de Joan Trullén (que nos había ayudado mucho tiempo atrás aquí en Mataró), de Ignasi Nieto en energía, de Josep Puxeu en agricultura (¡ah, el precio del conejo!), y de los dos Ministros de Industria, Turismo y Comercio que los socialistas catalanes hemos aportado al Gobierno, el ahora Presidente Montilla y Joan Clos.

Antes hablaba de los nuevos derechos sociales. La Ley de la promoción de la autonomía personal y de la ayuda a las personas con dependencia. Hoy está en el ojo del huracán, hablaré de ella más adelante, porque es una pieza capital para enfrentarse desde la colectividad a las necesidades surgidas de las nuevas condiciones y condicionantes sociales (las estructuras familiares de hoy) y demográficas (la prolongación de la vida y las nuevas enfermedades). Y me dejo la ampliación de los derechos económicos. El Salario Mínimo Interprofesional a 600 euros, la subida de las pensiones especialmente de las más bajas, el Estatuto del Trabajo autónomo que ahora hay que desarrollar,... Me detengo, ya que si continúo explicando más cosas os abrumaré (sociedad de la información, infraestructuras, ayuda al desarrollo,...). Hay que hacer balance, pero al ser tan positivo y evidente no hace falta extenderse en él.

¿Ufano? Pues hay motivos para estar, pero dejémoslo en contento y orgulloso en haber contribuido a ello.

En fin, mirar atrás... Se ve la huella que hemos dejado los y las socialistas con nuestro trabajo en estos últimos cuatro años.

Pero, ahora estamos aquí. Detengámonos un momento a mirar a nuestro alrededor.

Manuel, ¿quieres decir que todo esto que has explicado es cierto? Si escuchamos a la gente de a pie no parece tan claro. Si escuchamos a los adversarios políticos, ni lo más mínimo.

La economía es un desastre. La imagen de España en el mundo está por el suelo. El Presidente llevó al país a los pies de los caballos de los terroristas. Las concesiones (?) a los catalanes ponen en entredicho la viabilidad del Estado. Los obispos, algunos obispos, dicen que nos lleváis al infierno y con vosotros al frente. ¡¡Que la Libertad está en peligro!!
¡¡Qué fuerte!!

Y lo grave es que hay gente que se lo cree. La necesaria explicación que se hacía sobre la actuación del Gobierno de Rodríguez Zapatero ha sido tapada sistemáticamente por el ensordecedor ruido de predicadores de catástrofes y de desastres que nos han acompañado todos estos años. Confieso que me equivoqué. Pensé que no aguantarían el ritmo de los primeros tiempos y que irían enflaqueciendo y ablandando. No ha sido así, todo al contrario. Cualquier intento de afrontar nuevos temas, y de resolver los razonablemente, ha comportado más desasosiego en nuestros adversarios.

Nos han vituperado y han sacado la gente a la calle por todo. Por la familia contra las disposiciones que hemos hecho para las nuevas familias. Por las víctimas del terrorismo contra los intentos que no hubieran más víctimas. Contra los catalanes porque no nos sintiéramos los catalanes mejor dentro de España. Por la libertad por pretender enseñar a nuestros jóvenes a ser buenos ciudadanos libres.

Y algunos todavía dicen que somos lo mismo los unos que los otras. Y algunos todavía dicen que no hemos sido bastante valientes y que habíamos de ir más allá. Y algunos hablan que nos hemos acojonado y asustado. Y algunos estimulan la sensación de que no vale la pena y que ya se lo harán. Y algunos creen que hace falta manifestar un rechazo en forma de voto en blanco. Pero, ¿Es qué están ciegos? ¿Tan enturbiada tienen la mirada que no ven el patio? O,
¿Es qué son tan obtusos, o quizás tan soberbios, que no se dan cuenta?

Ni somos ángeles, ni supermanes, ni héroes, ni perfectos. Somos humanos, con virtudes y defectos, como todo el mundo. Hemos cometido errores, pero los hemos reconocido. No nos hemos escondido cuando había que dar la cara. Sabemos que hay que trabajar mejor y no abstraerse complacientes en las situaciones que causan enojo y agravios a los ciudadanos y ciudadanas.

Pero, hay que arrimar el hombro y ayudar. No poner estorbos y palos a las ruedas. ¡Escuchad bien!, el lema es muy claro: Si tú no vas, si nosotros y vosotros, no vais, ellos vuelven. Así de sencillo, así de fácil. Y ya sabéis quién son ellos: el centralismo, el nacionalismo, la derecha.

Debemos mirar adelante. Tenemos que levantar la cabeza y mirar alto y más lejos

Delante de mí veo a Carme, nuestra Carme Chacón. No hablaré demasiada de ella. Os lo cuento: El otro día, en el mitin del Hospitalet me sentaron junto a su abuela. ¡Todavía tiene abuela! Y ya lo sabéis: quien tiene abuela, ¿por qué debe de preocuparse? ¡Demasiadas alabanzas le hace ella! Lo dije en el acto principal de las últimas municipales aquí en Mataró: será nuestra cabeza de lista por Barcelona. Tampoco era ninguna apuesta arriesgada. Jugaba sobre seguro. La he visto dirigiendo muy seriamente el Congreso de Diputados cuando sustituía al Presidente Marín. Y después la he, la hemos, visto afrontando con empuje uno de los temas más sentidos de los jóvenes hoy: el derecho a la vivienda. Es d una nueva generación que toma, nos toma a nosotros, el relevo en la larga marcha de los socialistas de todos los tiempos hacia un mundo mejor.
¡Estamos orgullosos de tí, Carme!


Vamos a mirar el camino que nos espera. Ahora hay que desarrollar el Estatuto que nos trajo muchos dolores de cabeza para aprobarlo. Aprovecho: hay que agradecer a los socialistas españoles, a todos los socialistas españoles, su voto afirmativo. El PP quiso que todo el mundo se retratara y manifestara públicamente lo que votaba en este tema. Pues, bien. Todos, todos los socialistas españoles lo hicieron afirmativamente. ¡Para ellos, nuestro aplauso! Ya lo tenemos, basta de debates sobre el tema. ¡A trabajar! A asumir con responsabilidad sus disposiciones y a extender sus posibilidades, que son muchas.

Y tenemos un reto capital: Hemos dicho que desde hace muchos años no habíamos sido suficientemente reconocidos en la inversión que precisábamos. El pasado verano se quebró la red de distribución eléctrica en el área de Barcelona. La llegada del AVE a Sants puso de manifiesto las carencias de Cercanías. Nuestra comarca revienta por las costuras de una red de ferrocarril y carreteras que ya no da para más. Como una maldición bíblica, o tercermundista, estamos avisados nuevamente de la carencia de agua. Queremos para nosotros y para los que nos visitan unas mejores playas y paseos marítimos.

Y yo os digo: Todo esto lo podemos conseguir. ¡Mejor dicho, lo hemos de conseguir! Muchas de las necesidades y de los sueños que tenemos pueden ser una realidad si los fondos que debe proporcionar la adicional tercera del Estatuto llegan. Si nadie torpedea el Estatuto vendrán, tendremos estos recursos.

Un momento para hablar de las comunicaciones viarias y ferroviarias de nuestra comarca: Traslado de la N-II fuera del Maresme, nueva carretera ínter comarcal entre los pueblos de abajo y de arriba, la vieja N-II como calle mayor, de Camino Real a Calle Mayor, Gran del Maresme, la podríamos bautizar. Mantenimiento del peaje en la C-32 para los de fuera con eliminación gradual del mismo para los usuarios habituales de la comarca, tal y como ya tienen los del extremo de abajo. En ferrocarril, la doble vía –ya encontrarán los técnicos la solución- desde Arenys hacia el norte, hasta Massanet. La línea orbital hacia el interior religando la segunda corona metropolitana, de Mataró hasta Vilanova i la Geltrú. Las adecuaciones de las estaciones de la línea C-1, 18 estaciones con 50 millones de euros. Necesitamos poner al día la red viaria para los que somos, más de 400.000, y por nuestros requerimientos económicos y sociales de movilidad.

En la Ley, llamada, de la Dependencia dibujamos la red de protección para las personas que precisan ayudas por su especial condición física o psíquica. La vieja red de la antigua familia se nos a ido a pique, y la colectividad en su conjunto, el Estado, ha proclamado que hace falta hacerse cargo de ella. Del 2007 al 2015, hay que construir la red dibujada. Nos espera mucho trabajo, de levantar equipamientos, de desarrollar servicios, de mejorar la coordinación administrativa, de ser más eficientes en el desarrollo de los protocolos de actuación. Y no sufráis por los recursos económicos. Los hay y los continuará habiendo.

Estamos preparados para afrontar el periodo de incertidumbre económica que parece que viene. No debemos pensar en recortes del gasto público. Estamos poco endeudados como país, y la economía española continuará creciendo, quizás no tanto aprisa como en los últimos años, pero lo hará sobre unas bases que ya son más sólidas que antes. Las partidas presupuestarias destinadas a Investigación y desarrollo continuarán creciente y la atención a la educación continuará siendo prioritaria. Podremos atender a los más desfavorecidos, a las rentas más bajas, el SMI a 800 euros y las pensiones contributivas medias a 850 por los que tengan personas a su cargo y 700 por los que no tengan. No hay motivos para el catastrofismo que predican algunos.

Podría hablaros más largamente sobre todos los otros temas que proponemos por los próximos años: de más igualdad, de ampliar derechos sociales, de la integración de los nuevos recién llegados, de la solidaridad con los países pobres, de seguridad y convivencia,..., la lista sería larga y he de ir acabando.


Mientras me envejezco en el largo esfuerzo
de pasar la reja por los recuerdos,
he mirado esta tierra.


Yo he mirado esta tierra, lo sabéis. Y conozco a su gente. Y estoy convencido de que saben entender el mensaje que les estamos enviando. Y que comprenden muy bien, demasiado bien, el mensaje de los “otros”. Con nosotros, con los socialistas, adelante. Con los otros, la derecha que representa el PP, atrás. Con nosotros, más derechos. Con ellos, recortes de derechos. Con nosotros confianza en el progreso. Con ellos certeza en el pasado.

Mirad, no es lo mismo Rajoy que Zapatero, no es lo mismo. ¡Y cuidado! ¡Si nosotros, vosotros, no vais, ellos vuelven! Si vamos, iremos a más. ¡Ya lo sabéis, a convencer que hace falta ir a votar y a votar socialista!
¡Gracias, y a ganar!

Mataró, 24 de febrero.

Relato de campaña. Prólogo.

Cierre de etapa. El Estado Mayor.

Mañana el Consejo de Ministros se reunirá para conocer la propuesta de decreto de disolución de Las Cortes cerrando así la VIII legislatura en sus plazos correspondientes (2004-2008).

Hace cuatro años el Alto Mando de mi partido decidió relevarme de veinticinco años de combate en la "primera trinchera de la política” en el Ayuntamiento (los municipalistas siempre han calificado así esta posición) para situarme en el Estado Mayor en el Congreso del Diputados de Las Cortes españolas.

Ciertamente, Las Cortes son el poder legislativo. En nuestro ordenamiento escogen y controlan al Ejecutivo (el que ejecuta) y producen las normas que determinan la convivencia, las reglas de juego. No soy ningún experto en temas militares, ni tanto sólo hice el servicio militar, pero me parece que el símil que acabo de hacer es bastante verosímil.

No tenía la formación técnica o académica para ir a tal empeño. Los hay –parece- que hacen carrera concreta para este puesto o tienen una preparación más específica. Otros –quizás es mi caso- la experiencia y los méritos (?) en el campo de batalla les permiten poder optar a tal lugar más de dirección y menos expuesto en chamuscarse.

Pero sin pretender alcanzar lugares destacados en el Estado Mayor, alguna cosa podía aportar fruto seguramente más de mi edad, mis vivencias, mis pocos y blancos cabellos que de mi capacidad técnica.

Y creo que esto es el que he hecho, asumiendo las responsabilidades que me fueron encomendadas en temas económicos, ambientales, de seguridad vial, o relativos al mundo local.

De lo que he hecho he dejado constancia en charlas públicas, en actos del partido, en campañas electorales, en los escritos que con más o menos regularidad he dado para que fueran publicados y muy especialmente en muchas de las entradas de este blog.

Ahora, a excepción de las presencia en las Diputaciones Permanentes que se puedan convocar (espero que pocas o ninguna) hasta el desenlace del proceso electoral que mañana se pondrá en marcha, el trabajo que me espera es el de explicar lo que hemos hecho los socialistas y más concretamente lo que proponemos que se debe hacer en el próximo periodo legislativo, y dejar en manos de los ciudadanos/as (esperando haberlos convencido) el veredicto de quien los debe conducir los próximos tiempos.

Mataró, 13 de enero.

Relato de campaña.

Desde la disolución de la VIII legislatura de Las Cortes, a medianos de enero, he ido realizando con una cierta regularidad un “Relato de campaña” con aquellos hechos y situaciones en los que de una forma directa o indirecta estaba involucrado y con aquellos pensamientos y reflexiones que todo ello me provocaba.

En mi diario personal y público en catalán han quedado recogidos dichos relatos y el índice de los mismos da una cierta idea del conjunto. Aunque me gustaría poder ofrecer este trabajo también en lengua castellana he de confesar que el trabajo que comportaría su traducción entera sería bastante laborioso y conllevaría demasiado tiempo.

Sólo voy a traducir algunas de las entradas, empezando por la portada que incluyo aquí debajo. Haré el prólogo, el discurso que hice para el acto central del Maresme que realizamos en Mataró el primer domingo de campaña, el 24 de febrero, y el epílogo. Dos artículos que aparecieron en la prensa digital durante este período, Los/las maestros/as y El próximo domingo, elecciones generales ya están traducidos en este blog. No hace falta traducir ni la contraportada, ni el álbum de fotos.



Mataró, 18 de marzo.

17 marzo, 2008

Ahora y aquí. Secuestrados.*

*(artículo para Capgros.com). “Ahora y aquí” es el título que quiero que tengan mis colaboraciones en esta nueva etapa.

El resultado electoral que conllevó la expresión en las urnas de los ciudadanos y las ciudadanas de Cataluña el pasado domingo fue contundente.

En primer lugar, en cuanto a participación. Lejos de las elevadas cifras de abstención de las últimas contiendas, autonómicas y municipales, la participación sin ser de una magnitud espectacular, incluso inferior de la del 2004, volvió a niveles digamos normales para lo que pasa más habitualmente desde la restablecimiento democrático.

En segundo lugar, proporcionó una victoria espectacular a los socialistas. 25 de los 47 escaños en juego fueron a parar a sus manos, (cuatro más que en el 2004. La mayoría de la representación catalana está en manos del PSC), dejando la segunda posición para CiU que consiguió mantener los 10 que ya tenía, y distanciándose todavía más del PP, 17 escaños, pese a que también los populares aumentaron en 2 los suyos. La diferencia entre los socialistas y los populares en toda España es al final de 15 escaños lo que realza el resultado en Cataluña. Hecatombe en casa de los de ERC, de ocho a tres, y decepción en ICV que pierde uno de los dos que tenía. Tanto ERC como ICV dejarán, a menos que haya sorpresas o piruetas complicadas, de tener grupo parlamentario propio. Los canarios de CC que ya habían perdido el grupo por divisiones internas a finales de la pasada legislatura tampoco lo recuperan. De ocho grupos parlamentarios a comienzos del 2004 a cinco en el inicio del 2008. Más de un tercio menos de palabras en el Diario de Sesiones.

La sorpresa de muchos analistas, comentaristas, opinantes y tertulianos profesionales ha sido grande. Pero, ¿En Cataluña no había una mar de fondo fruto del “desbarajuste” en la gestión del Gobierno Central de los socialistas? ¿No había un cabreo que afloraría en las urnas dejándolas medio vacías? Incluso ilustres veteranos de la política preconizaban el voto en blanco (del que hubo menos que nunca). ¿Qué pasó el domingo? ¿Los catalanes/as son en su mayoría una pandilla de “masocas”? O, ¿Es que realmente son más inteligentes de lo que aquellos piensan, y comprenden mejor lo qué pasa y saben discernir el grano de la paja?

Y también con gran sorpresa constataban muchos de los aquellos “vividores” de la palabra (perdón, no es peyorativo, es indicativo de un oficio) que el conjunto de España se inclinaba hacia el bipartidismo culpando a las dos fuerzas principales sin querer hacer ningún análisis de qué había llevado a las otras a deslizarse hacia la marginalidad, y a CiU, por ejemplo, a mantenerse.

Ningún reproche a los navajazos que los restos del desprestigiado movimiento comunista camuflado de verde protagonizan por todas partes y dejan a personas respetables en el umbral de la puerta de salida para que se vayan. Ni ninguna valoración merece la inmadurez (parece que congénita) de los republicanos como se continuó poniendo de manifiesto el mismo día siguiente de la jornada electoral adentrándose por los caminos del extra parlamentarismo, sino todavía en número si en cuanto a las actitudes.

Lo que hay mucho en Cataluña es un continuado secuestro de la opinión a partir de la publicación de una especie de pensamiento políticamente correcto que gesticulando, gritando y pontificando, incluso con altivez, intenta y muchas veces consigue una centralidad y preponderancia de la actividad política pública, que como quedó bien patente, está muy alejado no sólo de las necesidades reales de la gente sino de la voluntad mayoritaria de la población.

Las fuerzas mayoritarias deben colocar a cada cual en su lugar en aras de la expresión de la voluntad democrática que manifiestan los ciudadanos, no de la de aquellos que consiguen notoriedades extravagantes y muchas veces inmovilizan acciones que hay que emprender o proponiendo caminos que no llevan a ninguna parte. Son los ciudadanos/as los que tienen la razón, no lo que cuatro iluminados, o ignorantes, muchas veces nos proponen. Y es preciso que la autoridad obtenida por esta voluntad democrática se imponga, con el respeto conveniente para todas las opciones lo que quiere decir escucharlas y atenderlas hasta cierto punto. El punto en que no sean ellas las que se impongan contra la voluntad mayoritaria. Sería un clamoroso secuestro de esta voluntad.

En Mataró tenemos algunos ejemplos en los últimos tiempos de esta perversa práctica política que nos puede conducir a superar las “capgrossades” (actitudes cabezonas típicas de la ciudad) más sublimes que están fijadas en el imaginario ciudadano de Cataluña. En democracia atender a la diversidad de visiones y opiniones no quiere decir la aceptación acrítica de todas las propuestas que se hacen. El conjunto de la sociedad, y su expresión más genuina que es el gobierno democrático, ha valorarlas en lo qué representan, ni menos ni con desprecio, pero tampoco ni más de lo que representan en realidad.

The answer, my friend, is blowing in the wind, no en las proclamas y actitudes más o menos arrebatadas, espectaculares o pretendidamente innovadoras que demasiadas veces tienen más predicamento del que deberían tener y se las escucha más de lo que se las tendría que escuchar.

Mataró, 15 de marzo.

Post scriptum: Respecto a muchos de los comentarios que ocasionan estos y otros escritos lamento el tono y el contenido que tienen. Mi comportamiento hacia los mismos lo dejé claro hace muchos pocos días en mi diario personal y público en la entrada Els borinots”, “Los moscardones”.

02 marzo, 2008

El próximo domingo, elecciones generales.*

*(Artículo para Capgros.com) El último de la serie

En los 76 artículos que he hecho en estos últimos cuatro años con una cierta regularidad para Capgros.com he intentado dar mi visión de algunos temas, los más importantes o los que me ha tocado vivir más de cerca, de mi singladura madrileña. Junto con lo que he ido colgando en mi blog desde el verano de 2005, en el que hay otras muchas y variadas cosas al ser una especie de diario personal abierto, uno puede hacerse una panorámica, no sé si demasiado precisa y seguramente desenfocada por subjetiva, de lo que han sido estos tiempos.

Ciertamente, no pensaba que fuera posible llegar a estas elecciones de esta manera, con este ambiente. Cuando
empecé a escribir mis comentarios desde Madrid, apenas acabada de arrancar la legislatura 2004-2008, pensaba que digeridos los resultados por parte de todos se serenarían los ánimos y todo discurriría de otra manera. Me equivoqué. El desarrollo del mandato ha comportado que cada nueva propuesta del Gobierno reafirmara el agrio y desagradable talante del principal grupo de la oposición, y desencadenara una nueva áspera y crispada reacción.

Llegamos a los elecciones con dos disyuntivas bien claras ofrecidas a los electores. Tanto lo que representan las propuestas, como por lo que se está viendo en la propia campaña y en los debates que se han hecho hasta ahora, todo muestra dos alternativas muy diferenciadas: La de los populares y la de los socialistas. Ciertamente que, especialmente en Cataluña, es presenten otras ofertas, pero sin remedio se tienen que referir a los principales. No sólo por ser las dos únicas que tienen posibilidades reales de formar Gobierno en virtud de su previsible representación, sino por los modelos que presenten.

Para los populares parece como si se hubiera detenido el tiempo. Las mismas caras, las mismas propuestas, las mismas actitudes que hace cuatro años. No han querido, o no los han dejado, hacer la reflexión que habría sido natural de repensar qué les llevó a ser echados del Gobierno por la reacción de una gran parte del cuerpo electoral en el año 2004. Al contrario, cada nuevo tema que de acuerdo con el programa del Gobierno se iba planteando motivaba una encendida respuesta. Parece que no sea posible establecer unos mínimos puentes de diálogo y convivencia. Todo comportaba ruptura. La política exterior, el medio ambiente, los nuevos derechos civiles, la ampliación de los derechos sociales, la educación, los recién llegados, la organización territorial, la búsqueda de la paz, incluso, últimamente, la visión de la economía. Ahora, en la campaña electoral, continúan igual. Lo que vemos, lo que oimos, es una oferta a la ciudadanía en todos los temas que acabo de exponer de volver al punto de partida. Y una cosa preocupante, ninguna referencia a que la dinámica acelerada del mundo ya ha cambiado los coordenadas que había entonces.

Los socialistas hemos hecho un trabajo que con la perspectiva que dará el tiempo se podrá valorar convenientemente, de una forma positiva. Lamentablemente la política hoy en día se ve demasiado compelida por la inmediatez y, desgraciadamente, por la fugacidad. Pero el tiempo va sedimentando las cosas. Así algunas ya se ven ahora, como aquella decisión tan lejana de la retirada de las tropas de Irak. Otras, ciertamente solo se han hilvanado. La Ley de la Dependencia dibuja la red que debe suplir la desaparecida que proporcionaba una estructura familiar que ya no existe. Ahora, este dibujo se debe construir, y traerá tiempo, esfuerzos, tropiezos y alguna que otra frustración de aquellos que sufren y querrían que fuera más deprisa. Podríamos decir el mismo del Estatuto del Trabajo Autónomo. Los recursos considerables que se han destinado a cambiar la estructura productiva del país, en forma de I+D+i, tardarán a dar sus frutos puesto que no son inmediatos, pero ya se han llevado a cabo y continuarán. Los nuevos Estatutos, el catalán especialmente porque nos toca de cerca, que comportan una nueva ampliación de nuestro Estado descentralizado, irán haciendo su camino desarrollándose y, como en la primera vez que nadie daba un duro por sus resultados, representarán una mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos/as y de la convivencia entre todos los habitantes de España. Y si realmente se acercan tiempos de vacas “flacas” se verá que la prudencia y el rigor presupuestario han servido para algo. Disponemos de un cojín, no sé si suficiente, creo que sí, pero dependerá de la magnitud de la desaceleración, para afrontar unas turbulencias que en muchas cosas poco podemos controlar puesto que están fuera de nuestro alcance.

Creo que no hace falta discutir demasiado si hemos de abandonar el camino emprendido en los últimos cuatro años. La alternativa que dan los populares no es de ir hacia adelante sino de ir hacia atrás. Los socialistas ofrecemos continuar andado con los ciudadanos/as en una sociedad abierta aceptando y asumiendo los cambios que comportará y adaptando las estructuras cívicas, sociales y políticas a los nuevos tiempos.

Ahora cierro esta etapa “Desde Madrid”. Volveré a Madrid en las condiciones que determine el cuerpo electoral el próximo domingo día 9. Estoy convencido de que todo el mundo ve lo que hay en juego y tiene pocas dudas sobre lo que hay que hacer. En todo caso es su decisión. Pero estoy seguro que irá en la línea del progreso que representamos los socialistas. Hasta luego.

Mataró, 28 de febrero.