18 marzo, 2008

Relato de campaña. Acto central del Maresme.

Cuando la desbocada fuerza de los caballos del aguacero
de pronto baja por las rieras,
he mirado esta tierra.

(Salvador Espriu)

Desde mis años, miro hacia atrás. No se trata de remontarme demasiado lejos. Ya sabéis qué poco me gusta hablar de la Guerra. ¡Uff...! ¡Hace de ello tanto tiempo! Podría hablaros de como conseguimos hacer la “Nueva Ciudad”, y como no muy lejos de aquí derrocamos el viaducto que llevaba la salida de la autopista hacia la carretera. Esto ya lo conocéis de primera mano. ¿Por qué os he de cansar?



Quiero hablaros sólo de estos cuatro últimos años. Ya lo sabéis, lo he visto de cerca, desde la barrera y alguna vez incluso dentro la plaza. He ayudado a la tarea, y con mi voto, y alguna vez con mi voz, he contribuido a los cambios legislativos y apoyado la acción de Gobierno que hemos hecho los socialistas en España.



¿Tan importante ha sido? Si, chicos y chicas. ¿Qué os pensáis? Estos cuatro años, el día de mañana, estarán a los libros de historia. ¿No exageras? No, no.

Después de parar los ciudadanos y las ciudadanas con su voto del 14 de marzo del 2004 la deriva megalómana y derechista de Aznar y compañía, los socialistas encabezados por Rodríguez Zapatero, y con el Presidente Montilla entonces de Ministro, empezamos a cambiar la situación. Ya lo recordáis, hemos hablado mucho de ello. El retorno de las tropas españolas de Irak, la derogación del trasvase del Ebro, ... Y fuinos construyendo los nuevos derechos civiles para aquellos que habían sido excluidos de ellos y mejorando los derechos sociales de quienes más necesidad tenían y afanándonos para que la escuela se adaptara a los tiempos y el acceso a la vivienda fuera menos difícil para los jóvenes y nos preocupamos mucho por el medio ambiente poniendo en pié toda una panoplia de leyes para poder dejar un medio natural mejor para las generaciones futuras. Y cogimos la segunda reforma autonómica con el empuje y al rebufo de la voluntad catalana de ampliar el autogobierno.

La gente nos hizo mucha confianza. La muestra..., la continuidad y mejora de los indicadores económicos: la ocupación, con la tasa más alta que nunca habíamos tenido; la necesidad de gente de fuera que incorporamos legalmente; la desocupación más baja que nunca; el crecimiento global con un fuerte crecimiento de la formación bruta de capital, que quiere decir buenas perspectivas para el futuro; la prudencia y los buenos resultados en las cuentas públicas que hace que hoy seamos la envidia de Europa en esto. Bien, como que éste es mi tema, por profesión y por el encargo que me hicieron los compañeros en Madrid, ahora me embalaría y os empalagaría de cifras, estadísticas, comparaciones, y gráficas. Para mí ha sido un placer poder escuchar y aprender de Pedro Solbes, de Mafo (ésto es una cosa madrileña), del chico Vegara que ahora va en nuestra lista (perdona David lo de chico), de Joan Trullén (que nos había ayudado mucho tiempo atrás aquí en Mataró), de Ignasi Nieto en energía, de Josep Puxeu en agricultura (¡ah, el precio del conejo!), y de los dos Ministros de Industria, Turismo y Comercio que los socialistas catalanes hemos aportado al Gobierno, el ahora Presidente Montilla y Joan Clos.

Antes hablaba de los nuevos derechos sociales. La Ley de la promoción de la autonomía personal y de la ayuda a las personas con dependencia. Hoy está en el ojo del huracán, hablaré de ella más adelante, porque es una pieza capital para enfrentarse desde la colectividad a las necesidades surgidas de las nuevas condiciones y condicionantes sociales (las estructuras familiares de hoy) y demográficas (la prolongación de la vida y las nuevas enfermedades). Y me dejo la ampliación de los derechos económicos. El Salario Mínimo Interprofesional a 600 euros, la subida de las pensiones especialmente de las más bajas, el Estatuto del Trabajo autónomo que ahora hay que desarrollar,... Me detengo, ya que si continúo explicando más cosas os abrumaré (sociedad de la información, infraestructuras, ayuda al desarrollo,...). Hay que hacer balance, pero al ser tan positivo y evidente no hace falta extenderse en él.

¿Ufano? Pues hay motivos para estar, pero dejémoslo en contento y orgulloso en haber contribuido a ello.

En fin, mirar atrás... Se ve la huella que hemos dejado los y las socialistas con nuestro trabajo en estos últimos cuatro años.

Pero, ahora estamos aquí. Detengámonos un momento a mirar a nuestro alrededor.

Manuel, ¿quieres decir que todo esto que has explicado es cierto? Si escuchamos a la gente de a pie no parece tan claro. Si escuchamos a los adversarios políticos, ni lo más mínimo.

La economía es un desastre. La imagen de España en el mundo está por el suelo. El Presidente llevó al país a los pies de los caballos de los terroristas. Las concesiones (?) a los catalanes ponen en entredicho la viabilidad del Estado. Los obispos, algunos obispos, dicen que nos lleváis al infierno y con vosotros al frente. ¡¡Que la Libertad está en peligro!!
¡¡Qué fuerte!!

Y lo grave es que hay gente que se lo cree. La necesaria explicación que se hacía sobre la actuación del Gobierno de Rodríguez Zapatero ha sido tapada sistemáticamente por el ensordecedor ruido de predicadores de catástrofes y de desastres que nos han acompañado todos estos años. Confieso que me equivoqué. Pensé que no aguantarían el ritmo de los primeros tiempos y que irían enflaqueciendo y ablandando. No ha sido así, todo al contrario. Cualquier intento de afrontar nuevos temas, y de resolver los razonablemente, ha comportado más desasosiego en nuestros adversarios.

Nos han vituperado y han sacado la gente a la calle por todo. Por la familia contra las disposiciones que hemos hecho para las nuevas familias. Por las víctimas del terrorismo contra los intentos que no hubieran más víctimas. Contra los catalanes porque no nos sintiéramos los catalanes mejor dentro de España. Por la libertad por pretender enseñar a nuestros jóvenes a ser buenos ciudadanos libres.

Y algunos todavía dicen que somos lo mismo los unos que los otras. Y algunos todavía dicen que no hemos sido bastante valientes y que habíamos de ir más allá. Y algunos hablan que nos hemos acojonado y asustado. Y algunos estimulan la sensación de que no vale la pena y que ya se lo harán. Y algunos creen que hace falta manifestar un rechazo en forma de voto en blanco. Pero, ¿Es qué están ciegos? ¿Tan enturbiada tienen la mirada que no ven el patio? O,
¿Es qué son tan obtusos, o quizás tan soberbios, que no se dan cuenta?

Ni somos ángeles, ni supermanes, ni héroes, ni perfectos. Somos humanos, con virtudes y defectos, como todo el mundo. Hemos cometido errores, pero los hemos reconocido. No nos hemos escondido cuando había que dar la cara. Sabemos que hay que trabajar mejor y no abstraerse complacientes en las situaciones que causan enojo y agravios a los ciudadanos y ciudadanas.

Pero, hay que arrimar el hombro y ayudar. No poner estorbos y palos a las ruedas. ¡Escuchad bien!, el lema es muy claro: Si tú no vas, si nosotros y vosotros, no vais, ellos vuelven. Así de sencillo, así de fácil. Y ya sabéis quién son ellos: el centralismo, el nacionalismo, la derecha.

Debemos mirar adelante. Tenemos que levantar la cabeza y mirar alto y más lejos

Delante de mí veo a Carme, nuestra Carme Chacón. No hablaré demasiada de ella. Os lo cuento: El otro día, en el mitin del Hospitalet me sentaron junto a su abuela. ¡Todavía tiene abuela! Y ya lo sabéis: quien tiene abuela, ¿por qué debe de preocuparse? ¡Demasiadas alabanzas le hace ella! Lo dije en el acto principal de las últimas municipales aquí en Mataró: será nuestra cabeza de lista por Barcelona. Tampoco era ninguna apuesta arriesgada. Jugaba sobre seguro. La he visto dirigiendo muy seriamente el Congreso de Diputados cuando sustituía al Presidente Marín. Y después la he, la hemos, visto afrontando con empuje uno de los temas más sentidos de los jóvenes hoy: el derecho a la vivienda. Es d una nueva generación que toma, nos toma a nosotros, el relevo en la larga marcha de los socialistas de todos los tiempos hacia un mundo mejor.
¡Estamos orgullosos de tí, Carme!


Vamos a mirar el camino que nos espera. Ahora hay que desarrollar el Estatuto que nos trajo muchos dolores de cabeza para aprobarlo. Aprovecho: hay que agradecer a los socialistas españoles, a todos los socialistas españoles, su voto afirmativo. El PP quiso que todo el mundo se retratara y manifestara públicamente lo que votaba en este tema. Pues, bien. Todos, todos los socialistas españoles lo hicieron afirmativamente. ¡Para ellos, nuestro aplauso! Ya lo tenemos, basta de debates sobre el tema. ¡A trabajar! A asumir con responsabilidad sus disposiciones y a extender sus posibilidades, que son muchas.

Y tenemos un reto capital: Hemos dicho que desde hace muchos años no habíamos sido suficientemente reconocidos en la inversión que precisábamos. El pasado verano se quebró la red de distribución eléctrica en el área de Barcelona. La llegada del AVE a Sants puso de manifiesto las carencias de Cercanías. Nuestra comarca revienta por las costuras de una red de ferrocarril y carreteras que ya no da para más. Como una maldición bíblica, o tercermundista, estamos avisados nuevamente de la carencia de agua. Queremos para nosotros y para los que nos visitan unas mejores playas y paseos marítimos.

Y yo os digo: Todo esto lo podemos conseguir. ¡Mejor dicho, lo hemos de conseguir! Muchas de las necesidades y de los sueños que tenemos pueden ser una realidad si los fondos que debe proporcionar la adicional tercera del Estatuto llegan. Si nadie torpedea el Estatuto vendrán, tendremos estos recursos.

Un momento para hablar de las comunicaciones viarias y ferroviarias de nuestra comarca: Traslado de la N-II fuera del Maresme, nueva carretera ínter comarcal entre los pueblos de abajo y de arriba, la vieja N-II como calle mayor, de Camino Real a Calle Mayor, Gran del Maresme, la podríamos bautizar. Mantenimiento del peaje en la C-32 para los de fuera con eliminación gradual del mismo para los usuarios habituales de la comarca, tal y como ya tienen los del extremo de abajo. En ferrocarril, la doble vía –ya encontrarán los técnicos la solución- desde Arenys hacia el norte, hasta Massanet. La línea orbital hacia el interior religando la segunda corona metropolitana, de Mataró hasta Vilanova i la Geltrú. Las adecuaciones de las estaciones de la línea C-1, 18 estaciones con 50 millones de euros. Necesitamos poner al día la red viaria para los que somos, más de 400.000, y por nuestros requerimientos económicos y sociales de movilidad.

En la Ley, llamada, de la Dependencia dibujamos la red de protección para las personas que precisan ayudas por su especial condición física o psíquica. La vieja red de la antigua familia se nos a ido a pique, y la colectividad en su conjunto, el Estado, ha proclamado que hace falta hacerse cargo de ella. Del 2007 al 2015, hay que construir la red dibujada. Nos espera mucho trabajo, de levantar equipamientos, de desarrollar servicios, de mejorar la coordinación administrativa, de ser más eficientes en el desarrollo de los protocolos de actuación. Y no sufráis por los recursos económicos. Los hay y los continuará habiendo.

Estamos preparados para afrontar el periodo de incertidumbre económica que parece que viene. No debemos pensar en recortes del gasto público. Estamos poco endeudados como país, y la economía española continuará creciendo, quizás no tanto aprisa como en los últimos años, pero lo hará sobre unas bases que ya son más sólidas que antes. Las partidas presupuestarias destinadas a Investigación y desarrollo continuarán creciente y la atención a la educación continuará siendo prioritaria. Podremos atender a los más desfavorecidos, a las rentas más bajas, el SMI a 800 euros y las pensiones contributivas medias a 850 por los que tengan personas a su cargo y 700 por los que no tengan. No hay motivos para el catastrofismo que predican algunos.

Podría hablaros más largamente sobre todos los otros temas que proponemos por los próximos años: de más igualdad, de ampliar derechos sociales, de la integración de los nuevos recién llegados, de la solidaridad con los países pobres, de seguridad y convivencia,..., la lista sería larga y he de ir acabando.


Mientras me envejezco en el largo esfuerzo
de pasar la reja por los recuerdos,
he mirado esta tierra.


Yo he mirado esta tierra, lo sabéis. Y conozco a su gente. Y estoy convencido de que saben entender el mensaje que les estamos enviando. Y que comprenden muy bien, demasiado bien, el mensaje de los “otros”. Con nosotros, con los socialistas, adelante. Con los otros, la derecha que representa el PP, atrás. Con nosotros, más derechos. Con ellos, recortes de derechos. Con nosotros confianza en el progreso. Con ellos certeza en el pasado.

Mirad, no es lo mismo Rajoy que Zapatero, no es lo mismo. ¡Y cuidado! ¡Si nosotros, vosotros, no vais, ellos vuelven! Si vamos, iremos a más. ¡Ya lo sabéis, a convencer que hace falta ir a votar y a votar socialista!
¡Gracias, y a ganar!

Mataró, 24 de febrero.

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