12 febrero, 2009

A vueltas con la crisis.

“La construcción y el automóvil, que son grandes proveedores de ocupación, no son los únicos en sufrir la crisis. La producción industrial se hunde. Si tenemos en cuenta la grave recesión que atraviesa Estados Unidos y a la zona euro, encabezada por Alemania, no se puede esperar gran cosa del comercio exterior. Y los centenares de miles de millones de dólares y de euros gastados para poner orden en el sector bancario y en los mercados han tenido, hasta hoy, pocos efectos.”

Traducción de un párrafo del artículo de Claire Guélard: “Plan de relance: des effets progressifs et limités en 2009” aparecido en Le Monde el pasado 6 de febrero.

Un análisis en absoluto distinto del que podemos hacer en España. Está hablando de la economía francesa y de las posibles actuaciones de su Gobierno. En otros países también deben hacer análisis parecidos

Ayer, para empezar el nuevo periodo de sesiones en el Congreso, nueva comparecencia del Presidente de Gobierno, Rodríguez Zapatero, para hablar de la crisis. En lo que llevamos de legislatura, desde abril del año pasado, diez meses, es la séptima vez que el Presidente del Gobierno comparece en el hemiciclo para exponer la situación y las propuestas de actuación que pretende. No se puede decir que no da la cara y se somete al debate y al examen.

Hoy, en la sesión semanal de control al Gobierno, más preguntas y interpelaciones de la oposición sobre el mismo tema en formato más reducido al vicepresidente económico, Pedro Solbes.

El Gobierno, por boca de su Presidente, va adaptando su discurso y sus propuestas a las nuevas perspectivas que se van viendo día a día y que son diferentes que las de ayer y las de anteayer. Por mucho que se diga, los analistas van modificando continuamente sus previsiones ante la perplejidad del público que no se acaba de creer y entender esta volubilidad. El Gobierno, todos los Gobiernos, quieren coger el toro por los cuernos sin conseguirlo por el momento. “Todavía no hemos tocado fondo, estamos en los peores momentos de la crisis”. No lo sé. Algunos pensamos que pueden venir tiempos peores.

Excepto aquellos que siempre pronostican catástrofes y desgracias, los expertos se dan cuenta que sus conocimientos de lo que está pasando en todo el mundo están sobrepasados.

España presenta, hasta ahora, una característica diferente: el brutal crecimiento del paro. Todo lo que ganamos en este terreno, que fue mucho, en la época de la bonanza ahora se está hundiendo. La población activa continúa creciendo, la ocupada decrece. Aquí se aferra la oposición para culpar exclusivamente al Gobierno de la situación. El año 96, cuando ellos mandaron, recondujeron una situación complicada en la economía y proponen volver a hacer las medidas que entonces aplicaron. Pero, el panorama no es el mismo que hace 13 años. Estamos en una Unión Monetaria, la crisis de la economía real es generalizada en todo el mundo, el sistema financiero internacional se tambalea y hay que apuntalarlo, (en España todavía no, pero no pondría la mano en el fuego).

El Gobierno pide el esfuerzo de todo el mundo y la “cooperación nacional”. Con el clima político que hay, cuchillo en ristre a sangre y fuego, pocos aliados encontrará por no decir ninguno. Los unos porque quieren ocupar el “poder” cómo sea a cualquier precio, sin importarles el coste que ocasionen, los otros porque han sido expulsados de su madriguera, los de más allá porque temen serlo de expulsados, los últimos porque corren el peligro de convertirse en irrelevantes sino lo son ya. Pedir sosiego es ilusorio con el panorama que hay en la calle y en los medios de comunicación, pero creo que se habría de intentar. Hace falta explicar, mucho y muy bien, lo que creemos que está pasando. Las ayudas al sistema financiero, por ejemplo, y las exigencias correlativas.

No hay que desfallecer en los intentos de reconducir la situación, exprimiendo el ingenio todo el que podamos y sepamos, y por esto se van tomando medidas que hay que tener presente que no son de resultados inmediatos, buenas medidas como el Fondo Estatal de inversiones locales, pese al que se diga.

Empieza a abrirse camino la idea de que la salida será un mundo diferente, bastante diferente, que no volveremos a la prosperidad y al despilfarro de antes. Hemos de decirlo y explicarlo.

Madrid, 11 de febrero.

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