02 junio, 2009

Derrota.

En el puente aéreo, de retorno a casa: “Les habla el comandante para informarles que el Barcelona va ganando por 1 a 0. Gol d’Eto’o.” Yo iba ensimismado en mis pensamientos de cómo había ido el trabajo.

La dirección del grupo me encargó la semana pasada defender la posición del GPS en la moción consecuencia de interpelación del PP que trataba del sobre endeudamiento de las familias. De las que no llegan, vaya.

La interpelación, la semana antes, la había hecho el antiguo Ministro de Trabajo y ahora Alcalde Burgos, el diputado Juan Carlos Aparicio. Cuando conocí el contenido de la moción, el viernes de la semana pasada pensé que no estaba mal. De sus tres puntos, dos podían ser asumidos con facilidad puesto que hacían referencia a la información y asesoramiento financiero y al impulso de las acciones del ICO, aunque el otro, el primero, era más difícil que fuera aceptado por el Gobierno puesto que pedía asegurar fondos suficientes a las Corporaciones locales para atender mejor el incremento de los casos que se les presentan.

Es difícil durante el fin de semana conectar con alguien, ya sea de los grupos parlamentarios o del Gobierno, para intentar adelantar algo. Había que esperar al lunes, pero tampoco. Los grupos tienen posibilidades de presentar enmiendas a los textos presentados, en el caso de las mociones, hasta las doce de la mañana del martes, y se empiezan a discutir a las cuatro de la tarde. Haces algunos contactos, pero con los grupos pequeños no sirve demasiado puesto que sus componentes son pocos y tienen muchos frentes por atender. Sánchez (CiU) no me cogió el teléfono hasta el martes; Azpiazu, del PNV, me dijo que no sabía nada y que ya lo vería el martes por la mañana.

Nada, que a mediodía del martes conocí las enmiendas. Nosotros, el GPS, presentamos una para qué nos permitiera negociar algo. El grupo mixto (el BNG y UPyD) presentaron dos de matización al punto primero (el difícil para nosotros) que no lo cuestionaba. El PNV también lo hizo al punto primero, añadiendo un retórica complicada. Los de CiU (Campuzano) propusieron añadir dos puntos nuevos, tirándose completamente a la piscina, pidiendo la subvención de los tipos de interés de los préstamos hipotecarios entre otras cosas.

Los del PP, ¡A bodas me invitas! Aceptaban todas las enmiendas menos la nuestra con lo que se aseguraban ganar la moción dejándonos arrinconados. Toda la tarde nos la pasamos dilucidando cual había ser nuestra respuesta. Bien, la dirección del grupo en contacto con el Gobierno iba evaluando las diferentes posibilidades. El escollo era la incorporación de las enmiendas de CiU que eran una locura. Podríamos añadirnos a la moción inicial del PP con todas las enmiendas pero sin las de CiU.

Subí a la tribuna sin saber cual sería el sentido de nuestro voto, todavía se lo estaban pensando. El tema de fondo, las ayudas de los Ayuntamientos a las familias que tienen necesidades no me es desconocido. Pude explicar la diferenciación precisa entre necesitados y sobre endeudados, el papel de los Ayuntamientos al afrontar el problema, cómo lo habíamos hecho en las crisis de los ochenta y noventa, qué medidas ya había tomado el Gobierno para dar facilidades a los Ayuntamientos y a las familias en la situación que estamos atravesando, que estábamos de acuerdo con el espíritu de la moción...y que continuaríamos trabajando para estar a lado de la gente.

Al día siguiente el compañero Ceferino Díaz, gallego él y también economista de profesión, me dijo: “Pero, Manel. ¡Me leí tú intervención y no sé qué toma de posición propusiste!”. Claro, amigo Cefe, no propuse ninguna, talmente como un gallego.

Mientras, la dirección del grupo decidió que no podíamos asumir, como nos propuso el Diputado-Alcalde Aparicio, una transacción conjunta con nuestra firma y la moción fue a votación con las incorporaciones de los otros menos con la nuestra. Me quedó el pesar de si no habríamos podido forzar más la negociación que prácticamente fue inexistente (al menos por mi parte), pero la dirección es quien decide.

Perdimos, con gran satisfacción del PP. 170 votos favorables a la moción del PP (PP+CiU+PNV+IU/IC+Mixto), 160 contrarios (los nuestro, el GPS. Nos faltaban 9) y tres abstenciones (los de ERC). No es la primera votación que pierdo, ni que perdemos como grupo, ni será la última tal y como está el patio. ¡Tranqui, Edu! Votar contra el Gobierno en mociones (que son mandatos, pero no mandatos con fuerza jurídica) muchas veces es fácil y sumar brindis irresponsables al sol incluso da gusto. Al fin y al cabo es un problema más del Gobierno y ya se espabilará. Si no cumple ya le pediremos cuentas políticas y continuaremos metiendo bulla.

Tampoco está mal por parte del grupo plantarse en aquellas cosas que no pueden ser asumidas, o que pensamos que no lo pueden ser. Al fin y al cabo si esto deviene ingobernable hay el recurso de que alguien se atreva a presentar la censura. Cuidado, debe ser constructiva. Es decir, presentando alternativa y tal como ya se vio en el debate de la semana anterior, hoy por hoy, no la hay.

El piloto del avión no nos informó de nada más, por lo que al bajar en El Prat pensé que empezaba la segunda parte con el 1 a 0. Al entrar en Mataró, en la puerta Laietana, empezaban a estallar los primeros cohetes. El Barça había ganado la Champions. ¡Muy bien, Pep!. Has dado una lección de fútbol,... y de otras muchas cosas, en este trastocado mundo del deporte espectáculo.


(la Juanes, Carlos González, Santamaría, José Vicente, el “jefe” Vallés y no veo a Canongia entre los que celebraban el triunfo del Barça en la Cibeles. Madrid se quema, se quema Madrid,...”)

Mataró, 28 de mayo.

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