29 julio, 2013

La fuerza de una ilusión.


-“Mira, una pintada nueva.”
En la esquina del solar por edificar en medio de la ciudad ha aparecido hace unos días una pintada en la valla con una gran “estelada” (debe de hacer 2m.x 2m.) con la inscripción Vía catalana 2013 (no sé si es la firma de la pintada o la indicación del lugar). No mucho más lejos, en unos bajos de la misma calle, en el espacio que fue de una tienda cerrada ya hace tiempo, se ha instalado un grupo de los Maulets (estos ahora tocan “pasta” institucional, sus mayores tienen representación parlamentaria) abriendo un Casal. En la fachada de unos céntricos almacenes acaban de colgar una gran “estelada” de tela que ocupa casi las cuatro plantas del edificio. Supongo que los “botiguers” creen que ya no hay que tener la prudencia que les caracterizaba de mostrarse reservados en opiniones políticas. Quizás al contrario, creen que esta manifestación les beneficia. En el mercadillo semanal, los continuadores del mig amic ofrecen todo tipo de piezas estampadas con la “estelada”, y los chinos sedentarios que van ocupando tiendas por todas partes también lo hacen, incluso pantuflas para bajar de la cama. Cada sábado y vigilia de fecha señalada son varios los tenderetes que en el núcleo  comercial se instalan  haciendo propaganda y proselitismo de las posiciones independentistas. Y los cachorros convergentes, las JNC, no se están de repartir en el inicio de la Fiesta Mayor una hoja doble Din A3 (o es A4, tanto da) con el inefable “estelada” por un lado y la demanda de que quieren vivir en un país que irá mejor con la independencia (ya se sabe, la culpa de que todo nos vaya mal es de España).
Todas estas acciones, que sólo son una muestra de las muchas que hay en todo el país, cierto que en algunos lugares más que en otros, son la expresión de una ilusión, la de que ya de una vez por todas hay que ir por el camino de la separación, que es posible y que se puede conseguir. Vaya, que ya se está a punto de conseguir. Que son muchos los que lo quieren. Son la expresión de la fuerza de esta ilusión. Hay que tenerlo en cuenta, que nadie la menosprecie.
Ninguna otra idea o fuerza política hace o puede hacer lo mismo en estos momentos, vender una ilusión. Los partidos y movimientos establecidos, tanto de derechas como de izquierdas, porque están entrampados por la situación actual, no tienen propuestas para salir de ella  y han perdido toda credibilidad. Pocos, más allá de sus cargos orgánicos o institucionales, dan la cara por ellos. Los radicales son marginales, no tienen enganche en la ciudadanía. En cambio, no es difícil animar desde la juventud (curioso el voto a los 16 años ahora) a las generaciones maduras, pasando por todo tipo de capas medias y medias bajas, con la idea de que solos nos irá mejor, que los “otros” son un lastre. Hay que decir que la actuación de los establecidos les facilita el trabajo puesto que son incapaces de presentar, o de poder presentar, ningún tipo de alternativa. Al contrario, cada día se enfangan un poco más. Para redondearlo, la racionalidad no es la herramienta más eficaz frente a las ilusiones.
Así vamos haciendo camino. Será el verano de las fiestas mayores “independents”, hacia el Once de septiembre, donde volveremos a sacar la gente a la calle para que se vea la fuerza que tiene esta ilusión, este deseo. Haremos una cadena humana desde Salses a Guardamar (¡Ay no!, de Port Bou a La Sènia). Continuaremos  todo un año, hasta el Once de septiembre mágico del 2014, hacia la consulta, ya no se sabe bien si por el derecho a decidir o por la independencia directamente. Será una espiral cada vez más cerrada y más vertiginosa. Los medios “nostrats” (propios y patrióticos), públicos y privados (aunque algunos engordados también con dinero público) echarán cada día más leña al fuego.
Hasta el final. ¿Qué final? ¿El final de qué? Ah, amigos y amigas, ya lo veremos
 
Cómo explicaba Ramoneda ayer, si no se acepta el diálogo y el pacto sólo quedarán dos escenarios posibles: la frustración y la confrontación. Dos fracasos, dice. Pero el diálogo y el pacto requiere dos cosas: interlocutores que quieran hablar y voluntad de renunciar a algo por ambas parte. Parece que estas dos condiciones hoy por hoy no se ven por ningún lado. Entonces sólo queda la frustración, puesto que la confrontación es una cuestión de fuerza y cada parte tiene la que tiene.
“Puix que parla català ... vejam què diu” deia en Joan Fuster.
 
 
 
26 de julio.

25 julio, 2013

Mi ciudad estos días.



Felicidades a mis payos y a mis gitanillos. Sí señor, un acierto. Mestizaje, luz, color, alegría y recreo. Buena imagen promocional.
25 de julio.

Vigencia del Perich.



El Perich, cuarenta años atrás.



Vigente: Aplicase a los preceptos, estilos y costumbres que están en vigor y observancia.
Julio Casares: “Diccionario ideológico de la lengua española”, Ed. Gustavo Gili, B-1969 (2ª ed.)
25 de julio.
 
 

24 julio, 2013

El sol ya no es de balde. ¿Quién manda de verdad?


Estos días los medios se hacen eco de los planes del Gobierno para desincentivar (sí, sí, desincentivar) la autoproducción de energía a partir de la que nos proporciona libre, de balde y de una forma natural el sol. Poco a poco, en todo el mundo (en los lugares donde tienen muchas horas de insolación) ya hace tiempo se va abriendo camino el aprovechamiento de esta fuente de energía muy sostenible (hay que descontar la necesaria para producir las instalaciones captadoras, paneles, ...) Parece que el coste de fabricación de este últimos elementos está bajando mucho y por lo tanto cada vez es más accesible la posibilidad de extensión de esta forma de producción de energía y lo más interesante es que puede dirigirse al autoconsumo, también de particulares.
Pues bien, según los medios: “El Gobierno se ha propuesto que el autoconsumo energético se implante poco a poco y sin alterar el sistema eléctrico español”. Tiene todo el aspecto, parece claro, que se trata de proteger los intereses de las compañías del sector eléctrico. Sí, claro, las inversiones efectuadas en la producción y distribución de electricidad son muy costosas y una entrada de nuevos y múltiples operadores puede ocasionar graves problemas en las cuentas de estas empresas: amortización de instalaciones, pagos del endeudamiento adquirido, obsolescencia imprevista de equipos, resultados, ... y sobre todo, la ruptura del *status quo” que estas empresas ejercen de forma oligopolística.
Hay que dejar claro un par de cosas quand même: no se trata de que ahora de repente se haya empezado a hablar de las fotovoltaicas domésticas. Hace tiempo que se habla de ello y en muchos países, muy capitalistas por cierto, están implantadas. Y segundo, no creo que cambiaran en un abrir y cerrar de ojos los sistemas de producción y distribución establecidos hasta ahora. Sería un proceso gradual que puede dar tiempo suficiente para su adaptación.
En el fondo se trata de una lucha por mantener el control y los beneficios de la situación cuanto tiempo sea posible. Los capitalistas establecidos no quieren la competencia, quieren el control de los mercados que dominan. Pero, ¿cómo se hicieron los saltos en el desarrollo económico sino en base de machacar las viejas estructuras existentes por los adelantos que se iban implantando? ¿La rueda no sustituyó las espaldas animales; los motores no sustituyeron la tracción animal; energías no tan sucias y más eficientes sustituyeron a las más sucias; la electricidad al vapor; y los bits a todo? Hay que avanzar hacia un mundo más sostenible y hay que romper y superar las resistencias a estos adelantos.
 Pero,...: “¿Quiénes mandan de verdad en España?”, Carlos Elordi. Roca ed./ eldiario.es libros. B-2013.
“En la opinión pública no solo se ha consolidado la sensación de que nada va a ir a mejor, sino también la de que la cosa se puede poner mucho más fea.”
 
23 de julio.

16 julio, 2013

Sin salida. Bárcenas.


Después de las noticias de estas últimas horas no estaba seguro si valía la pena acabar de leer el libro de Ernesto Ekaizer: “El caso Bárcenas”, Ed. Espasa, B-2013. El libro se lee de un tirón y me faltaba poco para acabarlo, pero ya sabía que sólo se quedaría al final en una primera parte.
Evidentemente, el autor, que ya ha hecho trabajos parecido sobre otros personajes, también era consciente que tendría que continuar, puesto que titula el epílogo del libro: El Gran Recaudador. El libro acaba en marzo del 2013 (la primera edición salió en mayo) cuando el rifirrafe entre los jueces de la Audiencia Nacional Gómez Bermúdez y Ruz sobre quien se tiene que quedar la instrucción del caso Bárcenas, si es o no una pieza separada del caso Gürtel, y en definitiva sobre la financiación oculta del PP.
Valiente papeleta les ha tocado a los que tienen que salir a decir algo de todo esto y difícil posición tienen los que se encuentran envueltos en ella. Sin salida. No sé si esto está orquestado directamente por alguien o se está descubriendo espontáneamente. Lo que sí es seguro es que deja tocado al partido del Gobierno, o a los que mandan ahora en el partido del Gobierno, y que alguien (no sé quién todavía) sacará provecho de esta situación.
Se demuestre jurídicamente o no, a estas alturas creo que ya no importa, como era la financiación de las formaciones políticas hasta ahora, en este caso del PP, obliga a repensarlas a fondo para eliminar la opacidad que han mostrado en este aspecto. Pero también a pensar de donde tienen que venir sus ingresos para subvenir sus gastos, no sólo desde el punto de vista normativo, sino desde el punto de vista real (de la realidad).
16 de julio.

13 julio, 2013

La posibilidad de la insurrección.

Algunos ya plantean abiertamente de que es posible. Joaquim Coll lo verbaliza y lo escribe. Desconozco, ya que no les presto atención, lo que dicen los medios radicalmente independentistas. Supongo que deben plantearse algo parecido. No creo que todos sean unos ilusos. Si vamos, como parece, al choque de trenes, ¿qué salida puede darse? Es evidente que la máquina del Estado español (aquí sí, Estado español) es mucho más poderosa en términos de fuerza que la máquina soberanista catalana, pobrecita ella con los mozos de escuadra con alpargatas. No se debe descartar la salida de Artur Mas del Palau de la Generalitat, otra vez como Companys en el 34, camino del Uruguay.


Pero como muy bien dice Coll  “... los políticos y los partidos no son los únicos actores en el tablero catalán, púes la presión del entramado asociativo es enorme...”. ¿Cómo reventará, si revienta, el sentimiento de la ciudadanía enardecida y cómo se canalizará, si se puede canalizar, la explosión de su indignación? Hacen mal en Madrid, principalmente el Gobierno de España, de mirárselo displicentemente. Es evidente que poca fuerza (fuerza bruta) pueden oponer los catalanes independentistas, pero sí que pueden organizar variadas manifestaciones de protesta (de baja intensidad, diríamos), no sé si muy perdurables, que pueden comportar un desbarajuste considerable.

Sólo hay que darse una vuelta por las calles para ver el estado de la movilización existente (aprovechen ahora en las fiestas mayores para observarlo); leer o escuchar los medios abiertamente pro emplearse a fondo; meterse en algunos foros de opinión de “enceballats” (intraducible) para darse cuenta del nivel de excitación que existe. Hay militancia por el tema, hay convencimiento; no sé si hay mucha predisposición a la revuelta, creo que todavía no está muy interiorizada la posibilidad de la misma. Pero es un tema que hay que tener presente. Por algún lugar ha de salir la energía acumulada que tiene todas las posibilidades de encontrarse empotrada al final de un callejón sin salida. Gran responsabilidad la de los conductores del rebaño, gran angustia para muchos ciudadanos y ciudadanas.



 
El Roto en El País, 9-07-13.
 

13 de julio.

El estado de la cuestión del Estado.


Peridís, como siempre genial.

11 de julio.

08 julio, 2013

Cansados y aburridos (y lo que nos espera todavía).


Ya no estamos para continuar debatiéndolo. Así que: ¡Adelante! Aceptemos, sin asomo de convencimiento, que “España” nos roba, que nos despluma o trasquila. Aceptemos, con menos entusiasmo todavía, que con los “españoles” no hay nada a hacer, ni nos quieren ni nosotros les queremos. Aceptemos, con toda la resignación del mundo, que el único camino posible que queda abierto es el de la independencia: ¡In, Inde, Independencia!
Es de suponer que con personas de comportamientos pasivos como los descritos no hay que esperar gran entusiasmo, más bien ninguno; tampoco mucha participación, más bien distanciamiento; y ninguna abnegación y sacrificio, ¡Sólo faltaría! Si los hubiere, de sacrificios, sólo los sobrevenidos que no se puedan evitar.
La pregunta que hay que hacer a los agentes cívicos y sociales y al personal con comportamientos activos, entusiastas, abnegados y enardecidos por la inminente perspectiva de cambio radical de la actual situación ya insoportable (sic) es la siguiente: ¿Qué están dispuestos a aportar? Es evidente que poca sangre. ¡Faltaría más en estas alturas de la historia de la humanidad! Poca gente jugará a pecho descubierto. Pero alguna “peceta” (piececilla) tendrán que sacarse del bolsillo, ¿Verdad?
Pero, ¿qué te has pensado? Nos vamos y basta, ¡Ya está! Por principio democrático: ¡Lo queremos, lo decidimos y lo hacemos! Nada más (ni nada menos). Quizás sí, ya veremos. Parece cosa de ilusos, de insensatos o de embaucadores, o de las tres cosas a la vez. No somos Letonia en la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. No somos Montenegro en el estallido de la República Federativa de los Yugoslavos (aunque, ¡Dios mío!, algunos piensan en Kosovo. Ni somos la RASD (pobrecitos estos) del Reino de Marruecos. No te olvides de Escocia y el Quebec. ¡Si sobre todo!
Es fácil engatusar a la gente con perspectivas épicas. La Historia viene llena de ejemplos. También la historia está llena de los resultados de estos procesos.
Pero, por favor, no discutimos más sobre los “principios” y las causas. No hace falta, los damos (es un decir) por aceptables. Vamos al meollo del problema: Va, ¿Cómo se hace esto de irse?
En el Libro del Apocalipsis está escrito: “Y vio un nuevo cielo y una nueva tierra”.


2 de julio.


07 julio, 2013

Reapertura.


En el otoño del 2011 cerré este blog. Se terminaba mi vida política y pensé, en consecuencia, que las herramientas que había creado para tener presencia pública en aquella etapa ya no eran necesarias.
En la entrada de cierre apuntaba que quizá volvería a escribir: Abro una nueva etapa de mi vida en la que seguro que habrá cosas que me moverán otra vez a escribir y dejarlas en el ciberespacio. Probablemente. Volveré a preguntarme si debo también hacerlo en castellano además de en mi idioma materno.
No tardé demasiado en alumbrar un nuevo blog que al principio fue completamente clandestino tanto por la oculta reivindicación de su autoría como por su difusión. A medida que se fue asentando, con sus altibajos, y que yo desaparecí de las miradas morbosas que se interesan (generalmente de forma malintencionada) por lo que escriben los políticos fui descorriendo el velo que ocultaba su autoría y despreocupándome de su repercusión si es que habría de tenerla.
Ahora, un paso más. Els temps i els dies está en catalán, mi lengua materna y de uso habitual en mi vida cotidiana. Sin embargo, pienso que algunos amigos y conocidos a los que puede quizás interesar lo que publico son del área lingüística española (castellana sólo lo decimos los catalanes). Por esta razón creo que puede tener algún interés  recuperar el invento anterior a ver si todavía funciona. Es, pues, una reapertura. No hace falta crear un nuevo blog ya que incluso el título creo que continúa teniendo  vigencia: “Hay otros más”, supongo que se entiende el juego de palabras.
¡Andando!  



7 de julio. ¡San Fermín!