06 febrero, 2008

La crisis. ¿La crisi?*

*(Artículo para Capgros.com)

Hace quince días
escribía sobre la inflación. (Aprovecho para agradecer los comentarios), Se publicó, como siempre, el domingo. El día siguiente, el lunes, caen las bolsas de medio mundo en una fuerte crisis financiera. Todo el mundo se olvida de las noticias económicas anteriores y de cabeza a las nuevas.

En teoría hay recesión cuando las variaciones del P.I.B. son negativas dos trimestres consecutivos seguidos. Y hay desaceleración profunda cuanto los crecimientos trimestrales son inferiores al 1%. Los últimos datos conocidos en España indican un crecimiento del P.I.B. del 4% y del 3,8% en el segundo y el tercer trimestre del 2007. El cuarto trimestre lo sabremos pronto, a mitad de febrero, pero todo indica (el Banco de España lo acaba de adelantar) que estará en torno el 3,5%, el que dejará el crecimiento anual del 2007 en torno el 3,8%.

Hay nubes en el horizonte (o quizás, ya encima nuestro) de le economía, pero ningún analista prevé por los próximos tiempos crecimientos inferiores al 2% (esto los más pesimistas). Entonces, ¿Por qué esta histeria, transmitiendo a los ciudadanos/as una percepción de crisis que realmente no existe? Evidentemente por la perspectiva electoral y para intentar trasladar a la población una desazón que diluya el balance positivo de los últimos años en materia de ocupación, crecimiento, estabilidad presupuestaría y saneamiento de las finanzas públicas que ha hecho el Gobierno socialista y que es innegable.

Dos consideraciones más. La economía tiene un componente psicológico de confianza considerable. Las expectativas son muy importantes tanto para los consumidores (públicos y privados) como por los inversores (tanto reales como financieros). Erosionar, por motivos electoralistas, estas expectativas sólo es indicativo del bajo nivel del debate político y de la carencia de recursos más sólidos para hacerlo.

De otra parte, hay que reconocer que
hay un cambio de tendencia. Esta fue hacia arriba hasta el primer trimestre del 2007 y a partir de entonces empieza a bajar con unas perspectivas de continuidad que podrán ser más o menos acentuadas según que pase al conjunto de la economía occidental. En esta situación, pese a que no tendremos confirmaciones ciertas del qué pasa hasta bien entrada la segunda parte del año, no podemos pensar que no hace falta hacer nada en absoluto. Pero hay que ir con cuidado con las medidas a tomar.

No estamos en una situación en que hagan falta medidas de relanzamiento, como algunos catastrofistas piden, de reducciones fuertes de tipos de interés y o/de impuestos, puesto que estamos en un repunte inflacionario que no se nos puede ir de las manos.

Si que se debe hacer alguna reflexión sobre los estímulos al consumo que comporta la actual práctica de las entidades financieras. También de los efectos espejo y espejismo que provoca una creciente desigualdad social (convendría repasar y repensar los datos) que produce insatisfacciones en amplias capas sociales. Pero estos son más temas sociales y políticos que económicos pese a la evidente incidencia en estos últimos.

Los resultados definitivos de la recaudación fiscal del 2007, que también se sabrán en los próximos días, se intuyen muy buenos (otro indicador por dónde fue la economía el año pasado). Se abre el debate de como
aplicar los sobrantes. Y el problema está en la dificultad de que las medidas que se propongan se consoliden, o en menos ingresos o en más gasto, puesto que más adelante lo encontraremos. Hay que afinar las medidas haciéndolas muy selectivas para aquellos que más lo necesiten.

Mataró, 29 de enero.

1 comentario:

...solo una mujer. dijo...

No soy una entendida en política ni economía. Curiósamente tengo el (sano) vicio de no leer prensa ni escuchar noticiarios. (Una forma un tanto particular de vivir, ya lo sé)Pero tengo la certeza de que lo que me ha de llegar, me llega. Y por lo poco que me está llegando últimamente creo que hay un interés desmesurado de asustar a la población. Recesión, crisis, desempleo... Si es cierto que parece que todo se está parando (menos mal!! pues parecía bastante alocado ese constante subir) pero aunque siempre habrá quien salga perjudicado (las inmobiliarias, los bancos, los desempleados..), tal vez se puedan tomar medidas para vivir en un estado más equilibrado. Lo que también me ha llegado es (y es la primera vez que lo oigo) que las arcas del estado tienen superhabit. ¿Qué más podemos pedir?

Un saludo