26 marzo, 2009

Desbocados.

El PP por motivos -creo- puramente electoralistas y de desgaste del Gobierno se ha lanzado a tumba abierta a airear las presuntas debilidades del sistema financiero español creando desconfianza. Curioso, ¿no?

Se espera de partidos responsables que tienen posibilidades de gobernar (de volver a gobernar, en estos caso) que sean cuidadosos en un tema tan delicado como éste. Es un tema de confianza.

Que puede haber problemas es cierto, no hay que esconderlo. La crisis financiera internacional y nuestras propias circunstancias no pasarán de largo de nuestro sistema de bancos y cajas, pese a que hemos estado mejor regulados y controlados que en otros países. Sacamos buenas conclusiones de las crisis anteriores y si se tratase de una situación difícil exclusivamente nuestra, no global como la actual, tendríamos suficientes recursos para afrontarla. Ahora quizás se está derrumbando el cielo, y ya se sabe: todos estamos debajo de él.

De creer las encendidas proclamas que se escuchan en el Congreso de los Diputados en boca de destacados representantes populares (Montoro, Nadal, García Legaz,...) nuestro sistema financiero está a punto de hundirse.

No sé qué deben pensar los banqueros y cajeros de esta descripción. Supongo que no les debe gustar demasiado.

Creo que hay problemas que aflorarán y que será preciso afrontar, pero se debe hacer ordenada y discretamente. Sobre todo esto último, con discreción y tacto.

Rosa Díez (Grupo Mixto) propone una PNL para que el Gobierno adopte medidas de estabilidad financiera. Es la continuación del debate que hicimos en el Pleno de finales de octubre pasado sobre los Reales-Decretos Ley que permitían la compra de activos de bancos y cajas y de avales de emisiones privadas por el Estado.

Ha llovido mucho desde entonces y hemos debatido mucho al tema. Por esto, gran parte del contenido de la PNL está superada. Ahora se quiere centrar el tema en las hipotéticas debilidades de nuestras entidades financieras, en la actuación gubernamental frente a ellas y sus consecuencias.

La posición de los dos grupos parlamentarios principales es bien divergente. Mientras el PP, como he dicho antes, riega el fuego con gasolina, a nosotros, los socialistas, nos toca el papel de templar y tranquilizar los ánimos. Los unos desbocados y los otras manteniendo las riendas.

Ya me gustaría, desde el punto de vista ideológico y recordando mis años mozos, fustigar a los “capitalistas y banqueros” como infames demonios malvados, pero la responsabilidad y el conocimiento me lo impiden. En cambio, ellos, los del PP, no tienen ningún inconveniente en hacer el papel de dinamitadores del “sistema”. En su frenesí opositor por desgastar al gobierno adoptan actitudes irresponsables. Incluso les sale la vieja vena falangista anti-capitalista de nacionalizar la banca.

Por cierto, recordando los años mozos, ayer, 23 de marzo, hizo 32 años -corría el año 1977- que hice un acto del PSC (del primer PSC, todavía no se había firmado lo pacto de abril) sobre políticas municipales. Propuse entonces nada menos que la municipalización del suelo. No hubiera ido mal a la vista del desarrollo inmobiliario español.

Madrid, 24 de marzo.

21 marzo, 2009

Alegoría de la primavera.


(Alegoría de la primavera. Ricard Canals. 1920)


He sacado esta reproducción de un antiguo catálogo que tengo de cuando fuimos a Buenos Aires a la conmemoración del centenario del Casal Catalán de aquella ciudad en el año 1986.

La Comisión catalana del Quinto Centenario del Descubrimiento de América de la Generalitat de Catalunya organizó una exposición de pintura catalana posimpresionista que cómo decía el por entonces Presidente del Instituto Catalán de Cooperación Iberoamericana, Ramón Mulleras, reunía obras todas ellas de propiedad privada que difícilmente se volverían a ver juntas en ninguna otra ocasión.

Mataró, 21 de marzo.

19 marzo, 2009

Corregir (a la baja) las expectativas.

Tuve que rehacer el cuadro de datos y el gráfico de la evolución del PIB que había explicado en el artículo que publiqué a finales del año 2008 para la charla-coloquio que di en Vilanova i la Geltrú, en la agrupación del PSC, la semana pasada. Ya se conocen los datos finales de crecimiento del PIB del año 2008 y hay nuevas previsiones gubernamentales para 2009. Quedan así:


En estos momentos se está generalizando la idea de que no hay nada que nos indique de una forma clara ni cuándo ni cómo nos saldremos de la situación en que nos encontramos en todo el mundo, que todos los Gobiernos se afanan en tomar medidas más o menos en la misma dirección, que no hay alternativas a lo que se está haciendo, y que lógicamente la desazón crece entre la población, especialmente entre los afectados más directos.

Hay que empezar a plantear la corrección a la baja de las expectativas que todo el mundo se había hecho. Hay que decir que se trata del crecimiento de las mismas, no de su desaparición, que quizás se ha acabado la ilusión de continuar mejorando ininterrumpidamente, al menos en los próximos tiempos, y que hace falta pensar en cómo afrontamos un periodo más o menos largo, no lo sabemos, con la situación que hemos alcanzado, seguramente con alguna rebaja.

Hay que volver a recordar el final de la serie que expresa el gráfico antes expuesto: en los últimos diez años, los que van desde el comienzo del siglo XXI, habremos crecido en España un 33,4 % lo que tenemos como colectividad. Quizá a finales de este año acabaremos en el 31,2 %. Como punto de partida por afrontar la crisis no está mal. Podemos hacer muchas cosas. No las de antes, seguro, pero sí otras adecuadas a las circunstancias.

Los particulares, en cuanto que consumidores, habrán de revisar la alegría de su comportamiento en los últimos años. Más que apretarse el cinturón podríamos hablar, a nivel general claro está, de moderar sus ansias y aceptar con naturalidad los niveles logrados, manteniéndolos. Vivir más tranquilamente con lo que ya tenemos no nos vendrá nada mal. Descubrir, o redescubrir, lo que tenemos más cerca, desde las relaciones, los hechos y el espacio, por ejemplo.

Los productores, ya sean trabajadores o empresarios, habrán de enfrentarse al panorama aceptando que ya no es mismo. No habrá tanta facilidad para ocuparse y colocar en el mercado los bienes y servicios que producían. Hará falta buscar con más imaginación lo que se puede hacer ahora, cambiando perfiles profesionales, actitudes y formas de trabajo, mercados, procesos y productos. Como que lo único claro que tenemos por ahora es la explicación que José le hizo al Faraón que nos narra el Antiguo Testamento, sabemos que en algún momento saldremos de ahí. Saldrán más y mejor los que busquen las salidas, que seguramente serán nuevas.

Las administraciones públicas, y también las no gubernamentales, tienen una buena ocasión por repensarse. No lo tendrán tan fácil como lo han tenido los último años. Hará falta hilar mucho más fino. Priorizar será más necesario, y habrá que ordenar mejor, cada cual desde sus posicionamientos, pero explicándolos. Es la hora del rigor, de arremangarse a fondo. Aquí hay mucho campo por recorrer.

Nos lo hemos de tomar como una gran oportunidad para repensar muchas cosas, todos. Si lo hacemos explícitamente y juntos mejor. Si escondemos la cabeza debajo del ala y pedimos a alguien, a los “otros”, quienes sean, que ponga remedio, quizás nos encontremos con un gran desengaño si no aciertan, o no encuentran, soluciones. Y habrá muchos particulares, trabajadores, empresarios y administradores (estos menos) que no se esperarán ni se pararán. Quizás a tientas, quizás tropezando, quizás errando, marcharán mirando adelante, no hacia atrás, no hacia un pasado que ya se ha ido. De estos será el futuro.



Joaquim Bartra es un conocido abogado mataronés de larga trayectoria profesional y cívica que parece que tiene una remarcable vena artística escondida que ahora ha salido a la luz pública. Sorprendente, al menos para mí que la desconocía.

Mataró, 15 de marzo

02 marzo, 2009

Un borde.

Borde: adj. coloq. Esquinado, impertinente, antipático. (Diccionario RAE)

Nunca había comprendido tan exactamente el adjetivo coloquial castellano aplicado a una persona como el otro día en la Comisión parlamentaria en la que estábamos trabajando.

El tema era difícil. Analizábamos el informe de fiscalización de una actuación municipal considerablemente heterodoxa, pero que hay que intentar averiguar delicadamente hasta qué punto es irregular antes de sentenciarla. Lógicamente esta era la posición del GPS puesto que se trataba de un correligionario.

También con toda la lógica, la posición del adversario era la contraría. La primera intervención que hizo su portavoz fue durísima, con toda clase de adjetivos descalificativos hacia las personas implicadas y su actuación. No me sorprendió, ya lo esperaba así. Pero el personaje que la hacía en nombre de su grupo (se dice el pecado, pero no el pecador) se desmadró completamente desde el inicio de la réplica. Tanto en la forma como tomó la palabra, nunca tanto bien dicho, de la Presidenta, como en el contenido de lo que dijo.

Le tuvimos que parar los pies, pidiéndole que retirara del acta de la Sesión una calificación hacia nosotros indigna de figurar en ella. Por el tema que se trataba hube de apelar a mi autoridad moral, igual o mayor que la suya, para hacer la petición. A requerimiento concreto de la Presidenta, en lugar de decir que si, que la retiraba, o que no quería hacerlo, adoptó una actitud chulesca que nos dejó a todos boquiabiertos, creo que incluso a los suyos. El borrador del acta de la sesión es esclarecedor al respecto.

Corren malos aires estos días por las tierras de la meseta. Algunos piensan que todavía están defendiendo el Alcázar.

Mataró, 26 de febrero