12 enero, 2010

Generación Espriu.

En la barbería me encuentro con una “Vanguardia” atrasada y tropiezo con un artículo de Francesc-Marc Álvaro. “De Espriu a Macià” del 23-12-09.

Ciertamente, soy de la generación Espriu. Ahora se habla poco de él. Como otros poetas que tienen su momento y después desaparecen. Pero es verdad, fue el poeta de mi juventud, del tiempo de mi formación. fue aquel que me dejó impronta, evidentemente no solo por su estilo literario sino por el contenido de su obra, por lo qué pretendía decir o por lo que yo entendí que decía.



Escultura de Manuel Cusachs inspirada en el poema de Salvador Espriu “Sentit a la manera de Salvador Espriu” del libro El caminant i el mur.

Ets estesa pell de brau,
vella Sepharad.
El sol no pot assecar,
pell de brau,
la sang que tots hem vessat,
la que vessarem demà,
pell de brau.
Si esguardo damunt la mar,
si em perdo lluny del cant,
si m’endinso somni enllà,
sempre que goso mirar
el meu cor i el seu esglai,
veig l’estesa pell de brau,
vella Sepharad.

Crecí marcado por el ambiente de la post guerra civil. Por el silencio sobre lo que había pasado, por el miedo de los vencidos, por la carencia de libertades, por el deseo de normalidad democrática, por la esperanza de poder trabajar en la construcción del futuro, lo que me era negado. Hicimos, hice, la Transición y construimos las posibilidades de vida colectiva que ahora disfrutamos. Estoy satisfecho y me rebela la crítica que se hace, desde el desconocimiento o el oportunismo, de aquellos esfuerzos.

No acepto que se diga que todo esto no ha sido exitoso o que se esté yendo a pique, tanto en Cataluña en España. Que haya alguien que lo quiera, tanto de un lado como de otro, es posible. Pero hay que aguantar y hacer que los avances sean irreversibles. Porque ha habido avances, ¿quien lo duda? Por mala fe quizás se pueden hacer discursos, pero la realidad objetiva es la que es. Si Prat de la Riba o Macià levantaran la cabeza quedarían sorprendidos.

¿Que hay alguien que quisiera ir más allá? ¿Que está insatisfecho/a? Cierto. Entre las nuevas generaciones -que ya han crecido en la libertad y que han podido ser educadas o adiestradas (¡Ey, que es legítimo!) abiertamente en condiciones democráticas- quizás que se den estos deseos. Pero, los mayores, no podemos olvidar aquello que trajo a nuestros planteamientos: el recuerdo de la tragedia colectiva que representaron los años treinta del siglo pasado, la voluntad de acogida e integración social del tercer cuarto de aquel siglo y el deseo de construir todos juntos nuestra vida en común.

Algunas operaciones han fracasado, habrá que analizar el por qué. La operación reformista no puede ser puesta como ejemplo de nada. Algún día se explicará todo, todo lo que todavía no se sabe, ¿verdad? Los socialistas catalanes también tendremos que reconocer nuestras carencias fruto de la ambigüedad, la cobardía y la falta de perseverancia. No hemos aprovechado la expresión que han manifestado reiteradamente los ciudadanos/as de Cataluña para hacerla valer suficientemente allá dónde tocaba. ¿Hay que volver a recordar cuáles han sido estas manifestaciones y su resultado? Hemos tenido demasiados complejos ante otras opciones para sacar pecho del espaldarazo que nos daban y por qué lo hacían.

No me resigno. El trabajo no está terminado ni de lejos y no se puede abandonar. Sólo llevamos en él treinta años, una generación y media. Ya sé que el mundo de hoy quiere inmediatez y resultados tangibles, pero la historia nos enseña de movimientos de largo alcance que no siempre acaban triunfantes sino que a veces se escurren por sus cloacas. Las apuestas deben mantenerse hasta que son imposibles, y yo todavía creo en la posibilidad de la nuestra. Si otros planteamientos políticos se afanan para hacerse un lugar, ¿por qué no podemos nosotros luchar también por los nuestros? ¿Por un plato de lentejas? Ya lo sé que hay resistencias al cambio, que cuesta entender la diversidad, que se quieren mantener privilegios. ¿Y dónde, si no en todas partes, no pasa ésto? ¿Nos echaremos atrás por los ladridos de algunos guardianes de las esencias patrias? De las patrias que sean.

Este año que se acaba puede haber sido el de la emergencia de alternativas. El año próximo puede ser, o no, el de la continuidad de la afirmación del sueño de la generación Espriu.

Diversos són els homes i diverses les parles,
i han convingut molts noms a un sol amor.

La vella i fràgil plata esdevé tarda
parada en la claror damunt els camps.
La terra, amb paranys de mil fines orelles,
ha captivat els ocells de les cançons de l’aire.

Sí, comprèn-la i fes-la teva, també,
des de les oliveres,
l’alta i senzilla veritat de la pressa veu del vent:
“Diverses són les parles i diversos els homes,
i convindran molts noms a un sol amor."

Salvador Espriu: La pell de brau. 1960.


Museo Ludwig. Colonia.

Mataró, 30 de diciembre.

01 enero, 2010