01 octubre, 2007

Presupuestos '08. Ahora, las cucarachas.*

*(Artículo para Capgros.com)

En los comentarios de los analistas económicos se hace el símil con las cucarachas para describir el descubrimiento de un hecho malo o perjudicial para la marcha de la economía. Cuando aparece una cucaracha quiere decir que hay más y que tarde o temprano harán acto de presencia.

El descubrimiento de la posible insolvencia de hipotecas “subprime” a los EE.UU. comporta que probablemente aflorarán otros aspectos negativos, no solo allá sino en otras partes de un mundo globalizado.

Las expectativas económicas tienen muchos componentes psicológicos de confianza, o de credulidad, pese a que cada vez hay más indicadores objetivos. La complejidad que tiene la economía en magnitud, diversidad y escenarios, especialmente en su aspecto financiero, acentúa su percepción esotérica.

El debate sobre el proyecto de Presupuestos del Estado para 2008 viene marcado por algunos temas que han cogido relieve mediático. La distribución territorial de las inversiones, y más concretamente las de Cataluña. Los anuncios de espectaculares (?) medidas sociales. La continuada existencia de superávit y qué uso se hace de él.

Un elemento clave de este debate es el ensamblaje presupuestario en el cuadro macroeconómico, el previsto y el que se puede dar. Es decir, si las políticas que determinan las cifras propuestas son las adecuadas, y con ellas las propias cifras, para la situación de la economía que se puede prever en el año 2008.

Primero: Determinar el impacto de las turbulencias financieras actuales en el crecimiento de la economía española es bastante difícil. Parece que lo habrá, pero todo el mundo habla de prudencia y de cautela sobre la magnitud y duración del impacto. Probablemente su relación con la prevista bajada del sector de la construcción, o con las exportaciones a zonas con menor crecimiento puede ser más relevante.

Segundo: Dar por hecho que se producirá un “aterrizaje suave” de la economía española en los próximos tiempos, pese que esta suposición tiene visiones discrepantes. La más optimista recuerda que los últimos datos conocidos de crecimiento fueron del 4,1% en el 1er. Trimestre del 2007, y del 4,-% en el 2º. Las más apocalípticas han llegado a hablar de recesión (que comportaría dos trimestres con crecimientos del PIB negativos). En este posible escenario, un menor superávit de las cuentas públicas (y hay que recordar que el grueso del superávit lo aporta la S.S.) sería bastante ortodoxo. Este menor superávit se produce por la conjunción de una ligera rebaja fiscal que aportará más recursos a la demanda de los particulares, y una ligera “alegría” del gasto que comportará un incremento de la demanda pública. Es decir, un “mix” de actuaciones que va en la línea de lo que se necesita en estos momentos.

Establecidos estos grandes rasgos, la distribución del gasto es bastante continuista. Aumentan mucho las partidas de I+D+i, infraestructuras, políticas sociales, cooperación al desarrollo, y servicios públicos (justicia, seguridad, defensa,...), tal y como han venido haciendo durante toda esta legislatura según las prioridades del Gobierno socialista.

El hecho que se esté a las postrimerías del mandato y ya se huelan las elecciones a la vuelta de la esquina es el condicionante más fuerte con que el que se enfrentan las cuentas públicas para el 2008. El Gobierno, y el GPS precisan algunos pocos votos más que los que tienen por tramitarlos con comodidad. Su consecución, en este momentos incierta, será el objetivo del juego parlamentario del próximo mes.

Madrid, 26 de septiembre.

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