16 abril, 2009

Una metáfora.*

*(Parlamento en el Acto Institucional de conmemoración de 30 años de Ayuntamiento democrático en el Salón de Sesiones de la Casa de la Ciudad. Mataró, 15 de abril.)


Si el hombre es un gesto
El agua es la historia.

J.M.Serrat-1992.


Me permitiré, me permitirán, señoras y señores, una metáfora.

Heráclito dijo, hace unos 2.500 años, aquella conocida frase de que nadie se baña dos veces en el mismo río. Parece, pero, que Heráclito el Oscuro distinguía entre el cauce y el agua que pasa por él. Esta, el agua, va modelando y remodelando el cauce, a veces violentamente aunque durante muchos periodos imperceptiblemente o casi nada. El agua siempre es nueva, diferente. Nadie se baña dos veces en el mismo río.

Hace treinta años el agua de la vida local volvió a correr por un cauce institucional seco desde hacía tiempo, polvoriento y abandonado. Entonces era un riachuelo delgado, alegre, ingenuo, atolondrado a veces, como corresponde a los inicios de la vida. Fue modelando el cauce, adaptándolo y adaptándose, descubriendo la luz viniendo de un subsuelo tenebroso y arcaico.

Ahora, treinta años después, aquella agua ha devenido un río caudaloso y luminoso, y corre tranquila por un cauce ancho y estable lejos ya del rumor cantarín de las fuentes iniciales y de las dificultades para abrirse camino.

Tres cosas debemos pedir a este curso de agua:

Que esté limpio. O lo más limpio posible. Cuando el río se hace grande ha pasado por muchos lugares, se le han añadido muchas aportaciones, se han hecho vertidos más o menos controlados o incontrolados, hay lugares remansados dónde crece de todo, hay avenidas que vierten lo que arrastran.

Hay que mantenerlo limpio, transparente, potable.

Que sea útil. Todo curso de agua puede tener muchas aplicaciones. Se ha de aprovechar su fuerza para producir energía. Se ha de aprovechar su caudal como vía de transporte, para regar y hacer crecer la producción de la tierra. Se ha de aprovechar su curso para recreo, goce deportivo o simplemente estético. Se han de aprovechar sus elementos de vida.

Hay que aprovecharlo, que sea muy útil, que sirva bien, con todas sus potencialidades.

Que esté controlado. Evitar que le agua desborde del cauce y se desperdigue desordenadamente por su vera formando marjales y humedales, que si bien pueden mantener mucha fauna y flora interesante también pueden ser insalubres o malsanos. Evitar, a la vez, que esté rígidamente constreñido. Controlado es una cosa, restringido es otra. Debe tener el espacio preciso para qué haga su función y se pueda extraer de él todo su potencial lejos de presiones interesadas o espurias.

Hay que desarrollarlo en los marcos normativos de los que colectivamente nos dotamos.

Ahora, en todas partes y desde hace algún tiempo, tenemos una fuerte tormenta encima. No sabemos si despejará pronto o si nos traerá todavía más granizadas y trombas de agua. Lo cierto es que todo trance económico comporta reacciones del cuerpo social, es conocido. Hay que estar atentos para que estas reacciones no deriven en avenidas. Es difícil, y quizás está fuera de nuestro alcance, deshacer o desvanecer los negros nubarrones y sus consecuencias. Hemos de intentarlo, con la mejor voluntad, disposición y conocimientos que tengamos o sepamos. Sí, hemos de estar alerta del que nos viene encima, de la que nos está cayendo.

Esto se debe hacer desde todos los rincones de la sociedad, colectivamente y personalmente. Desde las instituciones, organizaciones, entidades y agrupaciones de toda clase. Pero también con los comportamientos personales, individualmente, asumiendo la propia responsabilidad.

No podemos dejar, en los tiempos que corren, que el curso de agua del mundo local, con lo que costó conseguir que volviera a tener vida y con el servicio que está dando, se ensucie, se desaproveche y se descontrole. Que cualquier nuevo aniversario, próximo o lejano, de los Ayuntamientos democráticos españoles y de todas las Corporaciones locales, se pueda celebrar como una conmemoración exitosa por la ciudadanía y dichosa y razonablemente satisfecha por los que han sido sus componentes.

Sr. Alcalde, señoras, señores, muchas gracias por su atención.

Mataró, 15 de abril.

No hay comentarios: